Los empresarios catalanes avisan. Si la Generalitat de Quim Torra quiere recuperar a las empresas que se 'fugaron' tras el 1-O, tiene que comprometerse de forma clara con el respeto a la legalidad y, al mismo tiempo, empezar a ofrecer una cierta estabilidad política que aporte certidumbre a las inversiones que realizan en la región.
En concreto, el 55% de los directivos ve necesario que que Torra ofrezca "un compromiso político con el ordenamiento jurídico vigente", frente a un 18% que está totalmente en contra de que ésta sea la solución. El resto mantienen una posición tibia, tal y como se desprende de una encuesta presentada por PwC.
Más unión hay a la hora de evaluar si la estabilidad política ayudaría a ese regreso. El 75% cree que contribuiría mucho, y que también permitiría evitar que la desaceleración económica global afecte a Cataluña más que a otras regiones.
No sólo eso, es que el 60% de las empresas que trasladaron su sede social se han instalado en Madrid. Aunque a priori no existe un movimiento financiero directo, sí que los empresarios auguran consecuencias, a medio y largo plazo, en la toma de decisiones respecto al empleo y a las inversiones.
Problemas de demanda
A juicio de los empresarios entrevistados por PwC en su estudio Temas candentes sobre la economía catalana, el conflicto político que se vive en Cataluña ha polarizado la sociedad y está teniendo "efectos adversos" sobre la región. Tanto es así que cuatro de cada diez reconoce que ha percibido aplazamiento de decisiones de inversión real en su sector.
Los encuestados reconocen que "en el momento álgido del conflicto se detectaron dificultades en la demanda de bienes de consumo de origen catalán", aunque también destacan que fue algo puntual y que se "superó rápidamente". Apuntan como principales afectadas a las empresas de consumo y no a aquellas que se dedican al business to business.
Ahora bien, a buena parte de las compañías lo que más les está afectando es la "falta de iniciativa legislativa" de la Generalitat. Hablan de un "estancamiento permanente" que impide adoptar nuevas medidas y que está paralizando a sectores como la construcción, en buena medida también por el bloqueo político a nivel nacional.
Situación económica
En cualquier caso, lo que sí reflejan los empresarios es que existe una cierta desaceleración en Cataluña que es más acentuada que en el resto del país. ¿El motivo? El mayor peso que tiene la industria y el que estamos hablando de una economía mucho más expuesta al comercio exterior.
Piensan también que las incertidumbres externas -Brexit, tensiones comerciales, situación de la economía alemana, cierto agotamiento de las ventas de automóviles- e internas pueden haber afectado a las inversiones y a la creación de nuevas oportunidades.
Todo ello en un contexto -destacan los directivos- en el que la demografía debe ser una cuestión estratégica, debe apostarse por la formación y buscar un nuevo modelo turístico que "armonice la convivencia entre residentes y visitantes".