Después de más de dos años de reuniones infructuosas entre Endesa y los sindicatos por la negociación del nuevo convenio colectivo de la compañía, el conflicto está cerca de ser resuelto. Las partes ponen toda su esperanza en el arbitraje, que este mismo miércoles ratificarán ante el Servicio de Intermediación y Arbitraje (SIMA).

Se trata, en concreto, de un acuerdo entre UGT, que cuenta con la mayoría de la representación sindical en la eléctrica, y la propia compañía. A un lado quedarán CCOO y SIE, lo que demuestras que la unidad entre los representantes de los trabajadores está rota desde hace casi un mes. No obstante, la decisión a la que llegue el árbitro tendrá que ser asumida por todos.

En este sentido, el árbitro designado por las partes, el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel, será el encargado de, a partir del miércoles, fijar el ritmo de las reuniones que se celebrarán a lo largo de estas semanas para conocer la postura y propuestas de cada una de ellas, así como los documentos que sea necesario aportar.

Con experiencia en la materia, puesto que ya fue miembro de la comisión arbitral prevista en el último convenio de Endesa, Pimentel tiene marcada como fecha límite el 24 de enero para emitir un laudo arbitral. No obstante, las partes no descartan que el acuerdo pueda llegar antes.

La tarifa de empleado

En concreto, Pimentel se encargará de estudiar los temas más conflictivos en la negociación del nuevo convenio, como la tarifa de empleado, el gran escollo en las negociaciones.

Cabe recordar que, desde el pasado 1 de octubre, los 26.000 jubilados de Endesa no se benefician del descuento en la factura que tenían como empleados. Una decisión, la de retirar el beneficio a los exempleados, que ya avaló la Audiencia Nacional.

De hecho, y aunque la Audiencia se pronunció, los sindicatos presentaron un recurso en el Tribunal Supremo, que aún no ha sido retirado pese a ser una de las condiciones de Endesa para negociar.

Con todo, albergan la esperanza compañía y UGT de que el laudo arbitral acabe con la situación de bloqueo en la que vive el convenio y que el resultado agrade a las dos partes. Está por ver.