"La única forma de que la educación funcione como un ascensor social es que haya un acuerdo político que le aporte estabilidad". Así de contundente se muestra el presidente de la Fundación Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, quien considera que la "mejor forma de lograr una buena redistribución de la riqueza y garantizar la igualdad de oportunidades" es con "una educación que aporte los conocimientos necesarios para enfrentarse al mundo del trabajo".
A su juicio, esa es la fórmula para lograr que -poco a poco- se reduzcan las desigualdades provocadas por la crisis de 2008, y que han generado una "sensación de abandono" en las capas más desfavorecidas de la sociedad. Una situación que "dificulta la puesta en marcha de políticas económicas, y que facilita la aparición de movimientos populistas y antisistema", ha dicho
Unas palabras que Garralda ha pronunciado durante la entrega del Premio Forbes a la Filantropía 2019, en donde se ha mostrado un firme defensor del compromiso que las empresas deben tener con el entorno que las rodea. En primer lugar, por convicción personal, pero también porque -poco a poco- la sociedad presiona más a las propias compañías para que adquieran esos compromisos.
Para reflejar esa 'presión, el presidente de la Fundación Mutua Madrileña ha explicado que ahora mismo los jóvenes cuando van a una entrevista de trabajo preguntan por el grado de compromiso que esa compañía tiene con los valores que transmite. "Algo impensable en mis tiempos, pero que ahora es visto como un síntoma de mentalidad abierta", ha sentenciado.
También los inversores están cada vez más concienciados en torno a la función social que deben tener las empresas. Garralda ha explicado cómo grandes actores de la inversión como el Fondo soberano de Noruega o Blackrock prestan cada vez más atención a este aspecto, pero también a las cuestiones medioambientales. Criterios que "van a fijar un nuevo paradigma de inversión".
El presidente de la Fundación Mutua Madrileña ha recibido el galardón por la obra social que realiza la institución en el ámbito de la cultura, la seguridad vial, la salud y la acción social. Una labor que la aseguradora asume como propia ya que "afirmar que una organización es socialmente responsable solo por el hecho de contribuir a causas sociales es quedarse en la superficie".
A su juicio, si la responsabilidad social no es parte de la cultura y los valores de la empresa, las acciones que emprendamos no tendrán suficiente consistencia, por lo que ni perdurarán ni se entenderán", ha sentenciado.
Garralda ha recibido el premio Forbes a la Filantropía de las manos de Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, que recibió el pasado año el mismo galardón. En su discurso, el banquero ha insistido en la importancia de apostar por la filantropía desde la empresa.
“La vida es servicio, las empresas deben calibrar toda su actividad desde la óptima del bien común y anteponer los intereses generales a los corporativos”, ha dicho Fainé, quien ha insistido en que “una sociedad que busca el bien colectivo se caracteriza por la implicación y la participación individual y privada en proyectos de interés general. Es algo que todos hemos de incentivar y de reconocer”.
Al acto de entrega han acudido personalidades del mundo de la empresa como el presidente de Caixabank, Jordi Gual; el director general de la Fundacion Bancaria La Caixa, Jaume Giró; el vicepresidente de Faconauto, Mario Armero; el presidente del grupo Radio Blanca, Blas Herrero; el presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez; el socio de márketing y comunicación de KPMG, Roberto Bodegas o el director general de relaciones institucionales y comunicación de Naturgy, Jordi García Tabernero, así como representantes de otras grandes compañías como Deloitte, Uría Menéndez o Cruz Roja.
Se trata de la segunda edición en nuestro país de este Premio, que cuenta con una gran tradición en Estados Unidos y cuyo objetivo es promover la filantropía y dar mayor visibilidad a todas aquellas acciones que contribuyen a una sociedad más justa.