En los últimos meses del año, la banca suele pisar el acelerador de la venta de carteras de los 'activos tóxicos' que heredó de la crisis para inyectar una alegría a su cuenta de resultados y anotarse plusvalías. Se trata de un buen antídoto en forma de ganancias contra los efectos de los bajos tipos de interés y los altos costes que lastran los beneficios del sector. A falta de menos de dos semanas para que acabe el ejercicio 2019, el sector financiero ultima la venta de carteras por valor de 7.965 millones de euros a fondos.
El traspaso se hará en 10 operaciones diferentes, entre las que podría figurar también alguna del llamado 'banco malo' Sareb, según estimaciones facilitadas a EL ESPAÑOL por fuentes conocedoras de sus negociaciones.
La mayor parte de las compras por parte de los fondos será de las llamadas carteras 'unsecured' o créditos fallidos sin garantía. En concreto, el sector financiero ultima siete operaciones con un valor nominal en su conjunto de 6.805 millones de euros. BBVA ha sido una de las entidades que ha puesto en el mercado varias carteras de este tipo en los últimos meses, aunque no sería la única que quiere anunciar a sus accionistas antes de las uvas una operación de este tipo.
Junto a esos deals, los fondos ultiman la compra de otra cartera valorada en 400 millones de euros de préstamos garantizados ('secured' en el argot de estos vehículos de inversión), así como otras dos operaciones de REOs (activos adjudicados) por valor de 760 millones de euros.
Pese a que la banca española se ha deshecho ya de buena parte de sus 'activos tóxicos', la alta liquidez que hay en los mercados hace que todavía se sigan cerrando operaciones.
El apetito de fondos como Cerberus, Intrum u Oaktree por estas carteras sigue siendo elevado. Junto a ellos otras firmas como Axactor o Cabot están siendo muy activos en España. Incluso Blackstone, que ya es el primer casero español, sigue sondeando oportunidades. Firmas como Alantra, KPMG o PwC figuran entre las más activas para el asesoramiento de estos fondos que ya tienen un alto conocimiento del mercado español, pero siguen liderando operaciones muy complejas.
De los 290.000 millones de euros en este tipo de activos y créditos fallidos con los que contaba la banca en 2012, el sector financiero español ya ha vendido más de 200.000 millones, según las estimaciones del sector. Esto explica que el volumen de operaciones y las cuantías de los activos traspasados estén abocados a reducirse.
6.000 millones más en 2020
Sin embargo, el año 2020 arrancará con nuevas operaciones lideradas por los fondos. Fuentes conocedoras de esas negociaciones entre bancos y fondos calculan que ya hay en marcha otras operaciones por valor de 6.000 millones de euros en el mercado que están en marcha y se cerrarán a lo largo del próximo ejercicio.
Junto con las grandes operaciones de venta de carteras en las que figuran préstamos dudosos y activos inmobiliarios fallidos, el sector financiero también está trabajando por desaguar su balance de 'activos tóxicos' por el canal mayorista.
Una de las grandes apuestas en esta dirección la ha hecho Sareb en las últimas semanas al poner a la venta casas de pueblo desde 29.000 euros para ir reduciendo su exposición a las zonas en las que los precios no se han recuperado de la crisis y el apetito de los grandes actores del mercado inmobiliario mayorista es más limitado.