Didier Lombardier, ex consejero delegado de France Telécom, que en 2013 se cambió el nombre a Orange, ha sido condenado a un año de cárcel y a pagar una multa de 15.000 euros por una serie de suicidios que tuvieron lugar entre los trabajadores de la empresa.
El tribunal ha concluido que Lombardier y otros ejecutivos de la empresa utilizaron métodos "prohibidos" para afrontar reducciones de plantilla que son responsables penalmente del acoso que tuvo lugar entre a partir de 2008, según informa 'Reuters'. Sin embargo, la pena de un año de cárcel ha recibido ocho meses de suspensión, por lo que solo pasará cuatro meses en prisión.
La Justicia francesa también ha condenado a Orange por lo mismos cargos, aunque en su caso le ha impuesto una multa de 75.000 euros.
La compañía de telecomunicaciones ha asegurado, tras conocer el fallo, que no recurrirá la decisión del tribunal. Además, ha recordado que, desde octubre de este año está en marcha una comisión de compensación para estudiar los casos individuales presentados por los familiares de todos los trabajadores que se suicidaron.
Dicho comité es responsable de encontrar "soluciones de compensación aceptables" con el objetivo de evitar litigios "largos, costosos y socialmente dolorosos".