La sostenibilidad está cada vez más presente en la mente de los españoles. El estudio Invierno 2019/2020. Hábitos y comportamientos del turista nacional de Observatur constata que el 83% de los clientes de las agencias de viaje dan importancia a este asunto y las empresas tratan de implementar acciones que les permitan reducir la huella de carbono.
Una de ellas es Iberia, que se ha puesto como objetivo alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2050.
Todavía le queda mucho camino por delante, pero está "trabajando en ello", asegura su responsable de Ventas, Adolfo García, con distintas acciones que van desde la compra de aviones menos contaminantes hasta la separación de residuos a bordo de sus aparatos.
El primer paso y el más importante en términos económicos en su estrategia de reducción de emisiones ha pasado por adquirir una flota menos contaminante, y así lo está haciendo. Según afirmó García el pasado viernes, durante la presentación del estudio de Observatur, la empresa ha comprado 33 aviones de los modelos A320neo y A350 de Airbus (los primeros para trayectos de corto y medio radio y los segundos para largo radio).
Estas son, según el director de ventas para España, Guillermo González, las aeronaves “más modernas y eficientes del mercado” y permiten ahorrar un 25% de combustible y reducir las emisiones de CO2 en las mismas proporciones, en el caso del A350, y un 15% en el caso del A320neo.
Como dato destacado, además, el 20% de la estructura del A350 es de fibras de carbono, vidrio, titanio y una aleación de aluminio que reduce el peso del avión.
A bordo
Y es que el camino 'verde' de Iberia también pasa por reducir el peso a bordo del avión para que estos gasten menos combustible y, por lo tanto, emitan menos CO2 con butacas más ligeras.
También a bordo, ha puesto en marcha el proyecto Life Zero Cabin Waste de separación de residuos y la reducción de plásticos y papel, tanto en los vuelos como en sus salas VIP del aeropuerto de Madrid.
En el aeropuerto
Una reducción del papel que trata de implantar desde el inicio del proceso del viaje, sustituyendo este por los soportes digitales. Ya lleva tiempo haciéndolo con lectores de códigos de barras y QR en los accesos del aeropuerto y las puertas de embarque que permiten llevar la tarjeta de embarque en el móvil sin necesidad de imprimirla. Pero ahora quiere ir un paso más allá con la puesta en marcha del embarque ‘por la cara’.
La aerolínea puso en marcha a finales de noviembre (junto con Aena) un proyecto piloto en el aeropuerto de Madrid de reconocimiento facial biométrico, que permite pasar el control de seguridad y acceder al avión sin necesidad de presentar la tarjeta de embarque. Simplemente acercándose a una pantalla de reconocimiento de la cara del pasajero. En cuanto al handling, la empresa está introduciendo vehículos eléctricos.
Presión a las aerolíneas
Todas estas medidas se han tomado para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para reducir la huella de carbono. Y es que el sector de la aviación está siendo uno de los más dañados en la lucha contra el cambio climático.
Precisamente el presidente de Iberia, Luis Gallego, reconoció hace unas semanas que están teniendo "mucha presión” por las emisiones de dióxido de carbono, a pesar de que los aviones de hoy “emiten un 80% menos de CO2” que los de hace 40 años.
Sin embargo, la reducción de las emisiones en el sector no puede ser inmediata, ya que, como explicó Gallego, “queda mucho para que podamos ver un avión eléctrico que preste el servicio que prestan los actuales”.
Aun así, todo el sector está implicado en que la reducción de emisiones sea un hecho más pronto que tarde.