Acciona construirá una planta de transformación de residuos en energía a gran escala en Australia tras adjudicarse un nuevo contrato de valorización energética en este país por 320 millones de euros.
La planta, que se localizará en East Rockingham (Australia Occidental), procesará unas 300.000 toneladas de desechos al año, lo que permitirá evitar más de 300.000 toneladas de CO2 anuales o la contaminación generada por unos 64.000 automóviles, informa la constructora.
La instalación tendrá una capacidad neta de producción de electricidad renovable de unos 29 MW, equivalente al consumo de más de 36.000 hogares, y estará ubicada en el área industrial de Rockingham, a 40 kilómetros al sur de Perth y a siete kilómetros de la planta pionera de Kwinana.
Acciona es el contratista principal del proyecto de Ingeniería, Compras y Construcción (EPC) junto con Hitachi Zosen Inova (HZI) y, además, cuenta con una participación de capital en la compañía para el proyecto junto a HZI y John Laing.
El proyecto cuenta además con el respaldo financiero de CEFC, organismo estatal australiano destinado a apoyar la transición energética del país, que ha comprometido en el mismo hasta 35 millones de euros, y la Agencia Australiana de Energía Renovable (Arena), que proporcionará 11 millones en fondos de subvenciones recuperables para el proyecto.
La planta tratará residuos municipales de fuentes comerciales e industriales. Además, recuperará alrededor de 73.800 toneladas al año de cenizas, que serán procesadas para su uso en asfaltos y otros materiales de construcción.
Más proyectos en Australia
Acciona desarrolla actualmente otros dos proyectos de este tipo. Este mismo año obtuvo el contrato para construir y operar una planta de recuperación de residuos en Aberdeen (Escocia), denominada NESS Energy Project, con una capacidad de tratamiento de 150.000 toneladas anuales y un presupuesto de unos 400 millones.
En 2018 también obtuvo el proyecto para la primera planta WTE de estas características en Australia, la de Kwinana, de 430 millones de euros, que procesará hasta 400.000 toneladas anuales de residuos y tendrá una capacidad de producción de electricidad de 36 MW, equivalente al consumo de unos 50.000 hogares.
Presente en Australia de 2002, Acciona reconoce a este país como uno de sus países plataforma, donde ha desarrollado importantes proyectos en infraestructuras y energías renovables. Recientemente ha alcanzado un acuerdo con el grupo australiano de infraestructuras Lendlease para adquirir una parte de la cartera de proyectos de su filial, Lendlease Engineering, incluyendo ocho proyectos clave.
En 2017, la compañía reforzó su posición en el país tras la adquisición de Geotech, grupo local de ingeniería y construcción y hace unos meses obtuvo un contrato para la eliminación de tres pasos a nivel y la construcción de dos nuevas estaciones ferroviarias --Cheltenham y Mentone-- al sudeste de Melbourne, por importe de 335 millones de euros.
Asimismo, ejecuta los proyectos de las autopistas de Toowoomba y el tramo de Warrell Creek-Nambucca Heads de la Pacific Highway, y el puente de Clarence River y el Sydney Light Rail.
También forma parte de los consorcios que diseñaron, construyeron y ahora operan la desaladora de Adelaida y la potabilizadora de Mundaring, construye la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales de Kawana (Queensland), y se adjudicó, junto con BMD, la ampliación de la depuradora de Kingsborough, en la isla de Tasmania.
Por otro lado, la división de Energía de Acciona inició hace unos meses la construcción de Mortlake South, su quinto parque eólico australiano, con una capacidad de 157,5 MW, que incrementará un 36% la implantación eólica de la compañía en el país, hasta alcanzar los 592 MW. Actualmente, ya cuenta con cuatro parques eólicos operativos en Australia: Cathedral Rocks (64 MW), Gunning (46,5 MW), Waubra (192 MW) y Mt. Gellibrand (132 MW).