La despoblación y el envejecimiento de la ciudadanía en las zonas rurales se han convertido en un problema en España que es necesario atajar cuanto antes. “El generalizado descenso de la natalidad en nuestro país y en Europa es especialmente preocupante en los territorios rurales, donde es difícil para los jóvenes desarrollar su proyecto de vida. Las administraciones, no sólo en el ámbito provincial, autonómico y nacional, sino también a nivel europeo, tenemos que tomar medidas e iniciativas de inmediato para intentar frenar y revertir esta situación”, explicó Eduardo Morán Pacios, presidente de la Diputación de León.
Según argumentó Morán, “es importante convencer a la sociedad de que en el mundo rural hay oportunidades. Por eso no me gusta el término “la España vacía”. Creo que es más apropiado hablar de “la España olvidada”.
Morán fue uno de los ponentes del foro de debate, La España mayor y vacía, organizado por EL ESPAÑOL y Clece -empresa de servicios filial de ACS- y celebrado en Tierra de La Bañeza (León).
Otro de los ponentes fue Luis Antonio Pérez Cenador, alcalde de Castrocalbón, municipio de la comarca Tierra de La Bañeza, en cuya residencia de mayores se celebró el foro. Pérez Cenador defendió que: “No somos supervivientes por vivir en zonas rurales, somos afortunados por vivir aquí. Lo que necesitamos son mejores infraestructuras, como tener internet de banda ancha en todos los municipios, y fomentar el “municipalismo”, para que gente quiera venir a estos pueblos. Es fundamental contar con el apoyo de instituciones superiores para conseguirlo”.
En su discurso, Valentín Cabero, catedrático emérito de la Universidad de Salamanca, ensalzó las virtudes geográficas y estratégicas de las tierras despobladas de Castilla y León y culpó de este “éxodo rural” a las malas políticas públicas que se han sucedido en la zona desde que España ingresó en la Unión Europea.
Así mismo, recordó que “el papel de los ancianos ha sido clave en estas áreas para evitar que la situación fuera aún peor". El catedrático hizo también un llamamiento a la responsabilidad, directa e indirecta, de la población vinculada, la conformada por los que pueblan estas zonas durante las vacaciones y fines de remana, muchas veces descendientes de habitantes de estas tierras. Además, Cabero señaló que es necesario acabar con la fractura generacional que existe en estas zonas, donde el 53% de los habitantes tiene más de 65 años y la población de más de 80 años puede sumar alrededor del 33% en algunos municipios.
José Manuel Millán, delegado de Servicios Sociales de Clece en la zona Noroeste, aportó en el foro la visión de la iniciativa privada, que muchas veces complementa a la pública en la resolución de este problema: “La sociedad está en deuda con la gente que vive en los pueblos por mantener estos territorios y es necesario invertir para que siga habiendo vida en estas zonas. Los habitantes de La Bañeza, por ejemplo, pagan los mismos impuestos y tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos; por eso deben tener los mismos servicios”. El responsable de Clece señaló también "que una de las pocas palancas que pueden usarse para revertir esta situación es generar servicios, como se ha hecho en esta residencia en Castrocalbón, pero para que sea posible, necesitamos que haya intervención pública”.
La apertura de esta residencia, hace dos meses y medio, fue posible gracias a la inversión municipal de Castrocalbón y la gestión y el apoyo de Clece que, en la actualidad gestiona otras nueve residencias en León mediante el mismo sistema de colaboración con ayuntamientos. Tal y como explica Tania Rodríguez Álvarez, directora del centro, "es un proyecto muy importante y necesario. Las 32 personas que viven aquí quieren permanecer en su zona y nosotros trabajamos para que se sientan como en casa".
Isabel Céspedes, de CCOO, trabajadora del SAD (Servicios de Ayuda a Domicilio) y conocedora del mundo rural, hizo hincapié sobre lo importante y necesaria que es la labor de ayuda domiciliaria que se hace en los pueblos. Céspedes expresó que “cuando se habla de la ley de dependencia, se habla habitualmente de las residencias, de los centros de día y se olvida la ayuda a domicilio que, al final, es la que está impidiendo que esa despoblación sea total en el medio rural. Las administraciones tienen que apostar por ese tipo de servicios porque son un pilar muy importante para evitar la despoblación”.
Tierra de inversión, no de gasto
El presidente de la Diputación de León opina que, para revertir la despoblación de estas zonas "es fundamental delimitar cuál es la misión o la competencia de cada administración. De otro modo puede ocurrir que, enormes esfuerzos de inversión como el hecho en Castrocalbón para la puesta en marcha de esta residencia, pueda acarrear problemas de funcionamiento al ayuntamiento ya que, realmente, el responsable de los servicios sociales, es la comunidad autónoma”.
En cuanto al coste que supone dotar de infraestructuras las zonas menos pobladas, el responsable de Clece señaló que aunque "tenemos la idea de que establecer servicios sociales en estas zonas es muy caro, yo diría que es hasta barato. Según un estudio sobre este sector, en Castilla y León, por cada millón de euros que se invierte en servicios sociales, ayuda en domicilio, residencias, etc., se generan 51 empleos lo que supone un retorno a la administración de aproximadamente el 50% entre cotizaciones a la Seguridad Social, IRPF e impuesto de sociedades. Eso sin tener en cuenta la reducción de gasto sanitario de una persona atendida en su domicilio, el empleo indirecto que esto genera y los beneficios incalculables que reporta en la calidad de vida de las personas”.
El alcalde de Castrocalbón habló de la experiencia del centro de mayores recién abierto en su municipio: “Esta residencia ha sido una inversión muy grande, con un presupuesto de 600.000 euros y una inversión de 1,8 millones que, para un municipio como este, es muchísimo dinero y teniendo en cuenta que no hemos contado con el apoyo de la Junta de Castilla y León”. En cuanto al retorno de la inversión, Pérez Cenador explica que ofrecen "un 10% de descuento en las plazas a los habitantes de la zona" y además, están "trabajando para que tengan servicio de podología, asistencia a domicilio, peluquería..., lo que significa creación de empleo y asentamiento de población. Además, el centro de día se iniciará en breve y todos los productos que sea posible, se comprarán dentro del municipio. Las personas que vengan a visitar a sus familiares pararán a repostar en la gasolinera, tomarán café en el bar, visitarán el pueblo, el museo… Y todo eso son ingresos para el pueblo. Sólo llevamos dos meses y medio funcionando, vamos a ver cómo se asienta todo”.
En lo referente a la importancia de la formación de las personas que vengan a trabajar a estos territorios, la trabajadora del SAD opina que “los proyectos de creación de empleo son muy importantes para asentar a la población. Hay que desplazar los servicios y no a las personas. Sería bueno crear un nicho de empresas que ayudasen a frenar esa sangría de despoblación en el medio rural”.
Céspedes aprovechó la presencia del presidente de la diputación para solicitar que “las condiciones exigidas a los trabajadores se ajusten más a las necesidades del terreno, para ser verdaderamente eficaces”. Morán cogió el guante lanzado por Céspedes, para mostrar su acuerdo con ella: “Es fundamental hacer formación adaptada a la demanda. Una de las dificultades que tenemos en este país es que la formación profesional ha sido desatendida por sucesivos gobiernos. En las universidades incluso, la formación es la misma que hace quizá 15 o 20 años”. En este punto, Rodríguez Álvarez, resaltó la dificultad de encontrar personal cualificado para trabajar en estas zonas: “Creo que las trabajadoras de centros como el nuestro necesitarían una mayor compensación para animarse a venir aquí. Su trabajo es muy difícil y es necesario que cuenten con el reconocimiento que merecen”.
Por último, en el debate se habló de otros casos de éxito para activar y repoblar la zona. Cabero resaltó especialmente la labor de las mujeres de Tabuyo (León), que han sabido poner en valor los recursos autóctonos comercializando productos ecológicos; o la gestión cultural del alcalde de Juzbado (Salamanca), que tiene uno de los mejores museos geológicos de la zona, al que van los universitarios de Salamanca a hacer prácticas, así como el proyecto de museo botánico en una antigua ermita olvidada, que abrirá sus puertas en poco tiempo, y que promete ser uno de los más importantes de Castilla y León.