El bajo coste fue el gran protagonista del año 2019 para el mercado de las telecomunicaciones. El año comenzó con las operadoras apostando fuerte por sus segundas marcas y terminó con una guerra del ofertas en paquetes convergentes de bajo coste. Una batalla que se mantuvo durante todo el año y que coronó a MásMóvil y Digi como los grandes ganadores de la portabilidad anual.

Los datos a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, y que deben ser confirmados por la CNMC, indican que entre las dos operadoras sumaron más de 900.000 líneas nuevas de portabilidad, tanto fijas como móviles, entre enero y diciembre. En el caso de MásMóvil registró una portabilidad neta de 413.500 en móvil y 254.000 en fijo. En total, 668.000 nuevas líneas en el año.

En 2018 MásMóvil ganó cerca de un millón de líneas, por lo que la cifra de 2019 mantiene la tendencia aunque reduce la velocidad de crecimiento. La diferencia es que este año la operadora amarilla ha tenido que redoblar sus esfuerzos para competir con segundas marcas como Lowi de Vodafone o Symio de Orange.

Una guerra en la que también ha entrado Digi. La operadora sumó 234.000 líneas móviles a las que se suman varios miles en portabilidad fija. Cifras que le acercan a los dos millones de líneas convirtiéndose en la quinta operadora de España por número de clientes.

Vodafone, Orange y Telefónica

MásMóvil y Digi ganaron más de 900.000 líneas de portabilidad en un año, las mismas que han perdido los grandes operadores -Movistar, Orange y Vodafone- en móviles. Un curso en el que Vodafone y Orange intentaron jugar en el bajo coste y en el alto valor y en el que Telefónica se centró en buscar clientes de mayor valor agregado. 

Las cifras de portabilidad anual indican que Vodafone se dejó 166.000 líneas de móviles el año pasado y 111.000 en fijo. No ha sido un curso fácil para los rojos que empezaron 2019 con un ERE a mil personas y que tuvieron que reformular su apuesta comercial a mediados de año lanzando las tarifas de datos ilimitadas y el 5G en 15 ciudades. Su apuesta por Lowi ha sido clave para evitar una mayor caída.

Por su parte, Orange perdió 382.000 líneas de portabilidad móvil y ganó 3.400 en fijo durante 2019. La compañía francesa se quejó durante todo el año de la arremetida del bajo coste en el segmento convergente, pese a que mantuvo una de las políticas comerciales más agresivas del sector durante el año pasado. Los naranjas terminaron el año adelantando que no mejorarán sus ingresos en España hasta 2021.

En el caso de Telefónica, se dejó 292.000 líneas en móvil y 340.000 en fijo. La operadora defiende su política comercial indicando que ganó clientes de mayor valor y que perdió los de bajo coste, algo que se puede reflejar en el alza de sus ingresos del 0,5% en los primeros nueve meses del año. De esta manera, se ha logrado subir el ARPU y la cantidad de servicios que se dan a los clientes. 

Portabilidad vs clientes

La portabilidad refleja el número de líneas netas que un operador ha arrebatado a sus competidores. Es el indicador que se conoce con mayor rapidez ya que es común a todas las operadoras, aunque es una fotografía parcial del comportamiento comercial de las telecos.

De esta manera, el número total de clientes ganados también incluye las altas que se realizan por otros canales y la suma de nuevos números. Un buen ejemplo de estas diferencias entre clientes totales y portabilidades ganadas lo tiene MásMóvil que prevé ganar 1,4 millones de nuevas líneas al cerrar este año, frente a las 681.000 que ganó por portabilidad.

Un caso que se repite en Movistar, Vodafone y Orange, que mejoran sustancialmente sus cifras al sumar el resto de canales de venta y de captación de clientes complementarios a la portabilidad. 

Los datos publicados por las propias operadoras indican que entre enero y septiembre Movistar sumó 424.000 accesos, de los que 364.000 fueron móviles y 60.000 convergentes. En este mismo periodo Orange sumó 193.000 líneas móviles, pero perdió 70.000 convergentes, mientras que Vodafone perdió 364.000 y 9.000 respectivamente.