La entrada del nuevo año se inaugura con una más que probable formación de Gobierno de coalición del PSOE con Unidas Podemos con el permiso de ERC y PNV, entre otros. Esta nueva e inédita situación en nuestra joven democracia va a traer consigo importantes reformas a nivel tributario para incrementar la recaudación y sostener el aumento de gasto público que pretende llevar a cabo -en caso de ser finalmente constituido- el nuevo ejecutivo.
Algunas de las medidas que se pretenden llevar a cabo a lo largo de este nuevo ejercicio y que tendrán un mayor impacto en las personas son:
1. Incremento del tipo impositivo del IRPF. Como ya ha sido anunciado en diversas ocasiones, en caso de lograr los apoyos suficientes, la intención del futuro Gobierno es la de protagonizar una subida del tipo impositivo (de entre 2 y 4 puntos) para aquellas personas físicas que obtengan rentas superiores a los 130.000 euros. Esta situación se agrava en algunas regiones de España, como sucede en Cataluña, en las que ya se ha llegado a acuerdos de incrementar el tramo autonómico en dos puntos para aquellas personas que obtengan rentas superiores a 90.000 euros. Asimismo, se pretende aumentar la presión fiscal en cuatro puntos (pasando del actual tipo impositivo del 23% a un 27%) para las ganancias patrimoniales o la obtención de dividendos siempre que superen el importe de 140.000 euros.
2. Prórroga del Impuesto sobre el Patrimonio. El impuesto que castiga a los ahorradores, que provoca una clara doble imposición y que desincentiva la atracción de riqueza a nuestro país, nació siendo un impuesto meramente censal y ha sido prorrogado un año más para el ejercicio 2020. No obstante, algunas Comunidades Autónomas han logrado mitigar este impacto en favor de los contribuyentes residentes en su territorio, mediante la bonificación al 100% de dicho impuesto. Pues bien, a los efectos de lograr que nadie pueda librarse de pagar este tributo ya se habla de la creación de un nuevo Impuesto sobre la Riqueza en el que se excluya la posibilidad de que las Comunidades Autónomas puedan decidir aplicar una bonificación sobre el mismo.
3. Mantenimiento de los límites para tributar en módulos para autónomos. A pesar de la incertidumbre que hubo durante el último trimestre del 2019 acerca de la modificación de los límites que permitían tributar por el régimen de estimación objetiva (módulos), se confirma que para el año 2020 se podrá seguir tributando de acuerdo con este régimen siempre que el conjunto de actividades no supere unos rendimientos íntegros anuales de 250.000 euros. No obstante, la tendencia es ir reduciendo este límite a los efectos de frenar el número de contribuyentes que se benefician de este régimen ya que históricamente ha sido un foco de gran importancia de fraude fiscal.
4. Subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Tras la revisión de los valores catastrales de 1.092 municipios aprobada el pasado mes de diciembre por el Consejo de Ministros, los propietarios de inmuebles locales y terrenos de 1.005 municipios verán incrementado el importe a pagar en concepto de este impuesto. En concreto, entre estos municipios se distinguen las siguientes capitales de provincia: Girona, Valladolid, Córdoba, Teruel, Palencia, Cádiz, Jaén, Logroño, Granada, La Coruña, Valencia, Lugo, Huelva, Sevilla, Huesca y Tarragona.
Los propietarios de inmuebles locales y terrenos de 1.005 municipios verán incrementado el importe a pagar en concepto de IBI
5. Limitación de la exención de dividendos. Una de las medidas estrella a nivel tributario de la posible coalición es someter a una doble imposición el 5% del importe de los dividendos que obtengan las empresas de otras entidades sobre las que participen con una participación superior al 5% y una posesión con una antigüedad superior al año.
6. Modificación del régimen de SOCIMIs. Se plantea la posibilidad de someter a tributación ciertos rendimientos de las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria y modificar el régimen especial de las mismas por las que la tributación se producía anualmente en sede de los socios (ya que existía obligación de distribuir como dividendos el 80% de los beneficios) y no en sede de la sociedad. Esta medida puede provocar la fuga de inversiones y el aumento de los precios del alquiler de la vivienda, hecho que sin duda tendrá una repercusión directa en el bolsillo del contribuyente de a pie.
7. Creación de nuevos tributos. La coalición autodenominada como progresista pone encima de la mesa la creación de dos nuevos impuestos: el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales y el Impuesto medioambiental sobre la emisión de CO2.
Como puede intuirse en el año 2020 la presión fiscal va aumentar enormemente en general en el conjunto de la sociedad española y con ella, a corto plazo, la recaudación del Estado. Lo que no está tan claro es si este planteamiento prolongado en el tiempo es viable, ya que el exceso de presión fiscal puede acabar desincentivando la inversión y el consumo y todas estas medidas pueden llegar incluso a provocar que, a medio plazo, la recaudación acabe siendo bastante inferior a la esperada.
***Pelayo Ballesteros Panizo es abogado especialista en Derecho Fiscal en el Bufete Mas y Calvet.