Deoleo rebota un 13% tras aprobar su reestructuración para salvarse de la quiebra
- La junta de la compañía aprueba esta polémica operación muy criticada por los minoritarios
- Desde la compañía aseguran que es "su única opción" para salvarse
La junta de Deoleo ha aprobado este viernes la reestructuración de la compañía, una controvertida operación duramente criticada por accionistas minoritarios pero que ha sido defendida por los responsables de la aceitera como "la única alternativa para salvar" a la empresa de la quiebra.
"Es un proceso indispensable, el grupo no puede pagar la deuda que se le venía encima en septiembre, de 60 millones de euros", ha alegado el presidente y consejero delegado del grupo, Ignacio Silva, quien ha calificado la situación de "insostenible".
Durante la junta han tomado la palabra varios accionistas minoritarios -algunos de ellos ya han demandado judicialmente a la firma- para expresar su indignación por la gestión de Deoleo en los últimos años y criticar la reestructuración, que en la práctica deja a cero sus participaciones si no acuden a la ampliación de capital. La aprobación de todos los puntos se daba por segura dado el control del capital del fondo CVC, que posee el 56,4 % de la aceitera, dueña de marcas como Carbonell, Koipe, Hojiblanca, Bertolli o Carapelli.
Una de las medidas más polémicas incluidas en esta reestructuración -pactada con los acreedores en septiembre- es la "filialización" ("hive down"), un proceso por el que se creará una sociedad llamada Deoleo Global a la que se transmitirán los activos y pasivos.
Los accionistas de la actual Deoleo -tanto CVC como quienes acudan a la ampliación de capital- poseerán el 51 % de dicha filial, mientras que el restante 49 % estará en manos de las entidades financieras.
"El acuerdo nos permite reducir drásticamente la deuda del grupo, que actualmente ronda los 575 millones de euros", ha explicado Silva; de acuerdo a sus datos el endeudamiento de la firma pasará a situarse ahora en torno a los 242 millones de euros, ya que los acreedores han aceptado "capitalizar" 283 millones en deuda a cambio de ese 49 %.
También permitirá rebajar en un 60 % la cuantía de los intereses a pagar al año (27 millones de euros) y extenderá sus vencimientos.
OPERACIÓN ACORDEÓN
La junta ha dado luz verde, además, a una nueva "operación acordeón": la aceitera reduce su capital social a cero y procederá posteriormente a una ampliación de capital de hasta 50 millones; CVC se ha comprometido a aportar hasta 40 para garantizar su éxito si no hay interés por parte de otros accionistas.
Este movimiento permitirá a la empresa recuperar el equilibrio patrimonial después de que incurriera en septiembre -por segunda vez en 2019- en quiebra técnica ("causa de disolución"), por lo que necesita actuar sobre su capital social para cumplir con la legislación.
Los minoritarios han advertido de que por la forma en que ha sido diseñada esta medida pierden toda su inversión a menos que acudan a la ampliación, lo que ha motivado buena parte de sus críticas. Sin embargo, los responsables de Deoleo han argumentado que para compensar en parte a este colectivo han ideado la entrega gratuita de "warrants" (certificados de opción de compra) a los accionistas no profesionales independientemente de si participan o no en la ampliación.
Este certificado le otorga a los titulares el derecho a repartirse un 10% del valor de una futura venta de la compañía si se cumplen algunas condiciones, como que el importe de la operación supere los 575 millones de euros y se ejecute en un plazo de cinco años.
Silva ha incidido durante su discurso en que los vencimientos de deuda de 2020 colocaban a Deoleo "en serias dificultades financieras" y que la reducción de deuda era imprescindible para cumplir el plan de negocio que están implementando, con el que esperan que su Ebitda alcance los 55 millones de euros en 2023, más del doble que ahora.
"Si los acreedores han aceptado convertir deuda en capital de la empresa y si CVC vuelve a poner dinero es porque creen que el proyecto tiene futuro", ha argumentado.
Durante la junta, varios minoritarios han acusado a los administradores de la firma durante los últimos años de engañar a este colectivo con falsas promesas y han atribuido las fuertes pérdidas cosechadas en estos ejercicios a su mala gestión.