Frenar el crecimiento del juego en España es probablemente la gran -y quizás la única- tarea del recientemente creado Ministerio de Consumo. El propio Alberto Garzón, uno de los ministros nombrados por Unidas Podemos en este Gobierno de coalición se ha comprometido a "frenar la expansión de las casas de apuestas".
En el acuerdo para la formación de Gobierno se indicó que el nuevo ejecutivo legislaría la publicidad en este sector e introduciría medidas para limitar el consumo de juegos de azar con el objetivo de luchar contra la ludopatía.
Se comprometieron a introducir "medidas de información, gestión y limitación del consumo de juegos de azar en el marco regulador de los juegos de azar y apuesta en línea, con el objetivo de reforzar la autoconciencia y autonomía del jugador de cara a prácticas de consumo saludable y para prevenir, anticipar o identificar la generación de patrones de juego problemático".
Un paquete de medidas que no lo tendrá fácil, pese a las intenciones del nuevo Gobierno. Los datos recientes hablan de un espectacular crecimiento que no ha podido ser frenado por ninguna administración y reflejan que el foco debe ponerse en el mercado online, el que más crece y afecta a los jóvenes.
En los últimos cinco años el juego se ha disparado, precisamente de la mano del juego online -que incluye todas las modalidades, no solo las apuestas- que representó 17.000 de los 46.000 millones de euros que se jugaron en España en 2018.
Impacto 'online' en las apuestas
Si se analiza la evolución de estas cifras vemos como el dinero destinado a juego online (incluyendo las cantidades recicladas de sucesivas apuestas) creció un 28%, mientras que las cantidades destinadas al juego presencial apenas lo hicieron por debajo del 1%, según cifras del Anuario del Juego elaborado por la patronal del sector Cejuego.
Las cifras demuestran además que la proliferación de las casas de juego no está generando una gran presión sobre el aumento de las cifras globales del juego y que en el apartado de las apuestas son ampliamente superadas por, precisamente, el juego online.
Los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego indican que de los 9.200 millones que los españoles destinaron a apuestas en 2018, solo 2.000 millones lo hicieron de manera presencial. De hecho, desde 2014, las apuestas online han pasado de 2.982 millones hasta los 7.221 millones. Las apuestas físicas 'solo' han crecido desde los 964 a los 2.091 millones en este periodo.
Las únicas cifras actualizadas del sector corresponden al juego online, lo que demuestra que en el pasado año -y pese a las promesas del Ejecutivo de Pedro Sánchez- el crecimiento siguió sin freno.
Los datos de Ordenación del Juego indican que durante los primeros nueve meses de 2019 las cantidades jugadas online por todos los españoles llegaron a los 13.829 millones de euros, esto es un 10,71% más que en el mismo periodo del año 2018.
Casas de apuestas
Hasta septiembre, el número de cuentas activas llegó a las 937.783, es decir que casi un millón de personas están registradas para jugar online. Aunque lo realmente preocupante es que entre enero y septiembre del año pasado se registraron mensualmente una media de 254.000 nuevas cuentas.
En el caso de la promoción del juego online -otro de los puntos calientes a los que quiere poner coto el Ministerio de Consumo- en los primeros nueve meses de 2019 se llegó a los 256 millones de euros, un 8,8% por encima del mismo periodo del año anterior. Esta cifra incluye publicidad, patrocinios, afiliados y bonos.
Solo en publicidad, el sector se gastó 123,7 millones de euros en medios de comunicación, un crecimiento del 4% respecto de los primeros nueve meses de 2018.
¿Y las casas de apuestas? Los últimos datos son de 2018 y corresponden a Ordenación del Juego. En total, se contabilizaron 619 salas de apuestas en España, desde las 347 de 2015. No obstante, el crecimiento de 2019 anticipa que ya se habría superado la cifra de 700.
Al mismo tiempo, se tienen identificados 3.463 salones de juego, muy por encima de los 2.444 de 2016. La diferencia con las salas de apuestas es que las primeras no albergan otras modalidades de juego como las máquinas tragaperras.