En el barrio de Salamanca (Madrid) se ha creado una especie de isla de la decoración y mueble con la llegada de algunos actores poco conocidos. En menos de media milla (800 metros) se concentran una tienda Ikea, otra de Zara Home, una de Maison du Monde y la recién llegada Kave Home.
Una disposición de los competidores a la que estamos acostumbrados en otros sectores del retail como la ropa o que es más habitual en zonas comerciales a las afueras de las ciudades. Sin embargo, entre las calles Juan Bravo y Hermosilla se ha dado lugar a esta competencia directa entre tiendas de muebles y decoración entre el low cost y el diseño.
La última en llegar ha sido Kave Home, que levantó la persiana de su segunda tienda -la primera en Madrid- en septiembre del año pasado. Una autodenominada start-up que ha conseguido reinventar a un fabricante de muebles tradicional.
El director general de Kave Home, Francesc Julià, explica a este periódico que eligieron la ubicación en la capital porque “cuanto más rodeados de gente del sector estamos, mucho más contentos. Se pone de manifiesto lo que aportamos y conseguimos atraer un tráfico muy interesante”.
Julià tiene claro que la marca que dirige “huye” del low cost. “No queremos ser esa marca en la que pienses para salir de un apuro o para rellenar una habitación sin importancia”, señala. Y la experiencia les avala. Aunque Kave Home nació online en 2013, lo hizo bajo el paraguas de Julià Grup, una empresa familiar fabricante, diseñadora y distribuidora de muebles y artículos de descanso fundada en 1982.
La crisis les obligó a reinventarse. “Teníamos dos necesidades: una era la de crear una marca reconocible para el cliente final, porque teníamos un producto de calidad que se vendía en tiendas de terceros, a cadenas hoteleras, con clientes en 80 países pero le faltaba una marca. Por otro lado, queríamos conocer a nuestro cliente final”, explica Francesc Julià.
Así que en 2013, con un equipo de dos personas, lanzaron una web para vender muebles y artículos de decoración en Francia. Tres años después se lanzó Kave Home en España. En 2019 llegaría la primera tienda en Barcelona y también la primera en Madrid. “Ahora estamos con idioma local en España, Portugal, Francia, Italia, Bélgica y en Países Bajos y la web en inglés para el resto de Europa”, describe el director general.
La start-up que nació con dos personas y que quería solucionar dos necesidades del negocio ha revolucionado a todo el grupo. “Julià Grup ha dejado de existir, Kave Home ha transformado al resto del grupo, la manera de ver el mercado y de interactuar con nuestros clientes”.
Francesc Julià insiste en que hay algo que no ha cambiado. “Para nosotros era muy importante tener antes un departamento de calidad que uno de diseño”, subraya. Desde la marca controlan todo el proceso de producción: “Aunque fabriquemos en cualquiera de las fábricas del mundo con las que colaboramos, el prototipo del producto se ha probado y testado en nuestras oficinas. Además, en cada una de esas fábricas hay una persona de Kave Home supervisando el proceso”.
Presencia física
Julià estima que la compañía cerró el año con una facturación de 21 millones de euros, el 85% del total gracias a las ventas online. Sin embargo, defiende que “aún hay una necesidad de tocar, probar e ir a la tienda física”. “No concibo ni una web sin tienda, ni una tienda sin web”, resume.
Por eso, Kave Home ya dibuja en su horizonte dos o tres tiendas que se sumen a la del barrio de Salamanca y a la de la Avenida Diagonal en Barcelona. Málaga será el próximo destino. “Queremos estar en zonas urbanas, el cliente no tiene porqué querer coger el coche e irse a un polígono”, señala.
De hecho, la marca ya ha empezado a probar el modelo de franquicia con una tienda en Vigo. ¿Internacionalización física? “Tenemos presencia en 80 países y muchos de los grandes clientes, tanto en Australia, Sudamérica, India, Sudeste asiático, están muy interesados en formar parte de esto”, explica el director general.
Kave Home quiere convertirse en un agente global en el sector del mueble y de la decoración. De momento, se ha sentado a comer en la mesa de los mayores. Zara Home, Maison du Monde o Ikea son sus vecinos.