Pedro Sánchez ya está en Davos. El presidente del Gobierno asistirá en la noche de este martes a la cena del 50 aniversario del Foro Económico Mundial que reúne a los líderes económicos del mundo en la gélida ciudad suiza.
En esa cena, será recibido por el presidente ejecutivo y fundador del Foro, Klaus Schwab, y será el punto de partida de una serie de encuentros bilaterales que el equipo de la Moncloa ha preparado con una docena de firmas internacionales, entre las que figuran Bank of America, Zurich Insurance Group, Citi Group y Morgan Stanley.
Llama la atención que la agenda de Sánchez para este año esté centrada en reuniones con el mundo de la banca y las finanzas. En su primer viaje a Davos, el pasado año, el presidente del Gobierno priorizó sus reuniones con empresas de perfil tecnológico como IBM, Facebook o Amazon. Una agenda que completó con otros encuentros como el que celebró con el presidente de Arcelor Mittal.
En esta ocasión, Sánchez viaja a Davos acompañado de sus dos vicepresidentas del Gobierno, Nadia Calviño y Teresa Ribera. Esta última ha presentado en el Consejo de Ministros que ha tenido lugar horas antes de su viaje las líneas maestras de su Ley de Cambio Climático.
Una presentación que ha enmarcado en la declaración de la emergencia climática y que ahora necesita financiación para los proyectos.
Con el mundo de la inversión volcado en los bonos verdes y en las inversiones sostenibles, parece que este foro puede ser el escaparate perfecto para vender el proyecto 'verde' del Gobierno y resolver las múltiples dudas que tienen los mercados y las grandes firmas de inversión sobre el futuro de la política económica de España con el nuevo Gobierno de coalición.
Esas dudas salieron a relucir en el Spain Investors Day que se celebró en Madrid la pasada semana, con el Gobierno recién nombrado, y en el que el secretario del Tesoro tuvo que responder a dudas sobre el futuro de la reforma laboral, del SMI o de las previsiones de crecimiento de la economía española.
En esa cita, más de 150 inversores nacionales y extranjeros tuvieron ocasión de escuchar a Nadia Calviño, pero se quedaron con las ganas de conocer de primera mano los planes de Ribera en un sector que está siendo destino de grandes inversiones. La ministra tendrá la ocasión ahora de acercarse a muchas de esas firmas presentes en Davos.
Por su parte, para Sánchez parece prioritario aclarar ante el mundo de las inversión cuál será su política económica frente a las presiones de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, que no genera devoción en el mundo financiero.
Tanto es así que este viaje es el primero que hace el presidente en esta legislatura, priorizando así los contactos con el mundo de la banca y la empresa frente a otros viajes más políticos, como hubiera sido la tradicional visita a Marruecos en el estreno de las agendas internacionales de los presidentes españoles.