Ya hay fecha límite. El equipo de Teresa Ribera trabaja a contrarreloj para tener lista la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en los cien primeros días de Gobierno. Un reto que forma parte de la declaración de emergencia climática que ha aprobado el Ejecutivo este martes (con 30 líneas de acción), pero que Ribera arrastra desde la pasada legislatura.
En este sentido, la mencionada ley será retomada en los próximos días en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que volverá a estudiar el anteproyecto ya presentado hace casi un año para introducir las modificaciones que fueran necesarias -si las hubiera-.
Se trata, así, de uno de los grandes proyectos que la cartera que dirige Ribera ya tenía entre manos durante la pasada legislatura, pero que quedó a medias por la convocatoria de elecciones. Ahora, con el PNIEC y la Estrategia de Transición Justa ya aprobados, el Gobierno pretende sacar pecho con esta nueva ley y marcar las líneas del Ejecutivo más 'verde' de la historia de España.
Aunque se espera que las modificaciones al texto ya trabajado no sean demasiado sustanciales, este mismo martes, tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros, Ribera ya ha avanzado algunos cambios.
Madrid Central... por España
En concreto, el texto en el que trabaja ahora el ministerio recoge una modificación que contempla la obligatoriedad de que todos los municipios de más de 50.000 habitantes creen zonas de bajas emisiones; es decir, que exista un plan similar a Madrid Central en todas estas ciudades, 145 en todo el país.
Hasta ahora, en el texto anterior se instaba a estos municipios a "fomentar la introducción medidas de lucha contra el del cambio climático, entre otras, la creación de zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023".
Ya en julio el entonces candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzaba la medida en su discurso de investidura y recalcaba que "nadie va a parar Madrid Central".
El coche 'fósil', hasta 2040
Otra de las medidas que se mantendrá, a pesar del gran estupor que causó en el sector automovilístico la pasada legislatura, es la de no permitir la venta y matriculación de coches 'fósiles' a partir de 2040, con el objetivo de alcanzar en 2050 la neutralidad climática.
"Los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, de conformidad con la normativa comunitaria, han de ser vehículos con emisiones de 0gCO2/km no más tarde del año 2040", recogía el anteproyecto de ley del pasado año. Un extremo que, dan por hecho fuentes cercanas al ministerio, se mantendrá en el nuevo texto.
En línea con el objetivo a 2050, Ribera avanzaba este martes que la nueva ley recogerá, al igual que la anterior, que no habrá nuevos subsidios a combustibles fósiles (diésel, gasolina o gas).
En este sentido, y aunque la fiscalidad 'verde' atañe además al Ministerio de Hacienda, la vicepresidenta cuarta del Gobierno insistía en que, asimismo, se hará un "análisis y revisión" de las subvenciones a estos combustibles que ya existen actualmente.
La ley tratará de recoger, en esta línea, "un sistema fiscal y presupuestario y un sistema financiero compatibles con la necesaria descarbonización de la economía y de la sociedad".
Manos a la obra en el ministerio de Ribera que, con la emergencia climática declarada y con el apoyo íntegro del Gobierno, pondrá sobre la mesa una de las leyes más esperadas en el sector.