Las grandes fortunas de España están en el punto de mira del Gobierno de coalición. PSOE y Unidas Podemos buscan mejorar la justicia fiscal y, ya de paso, los ingresos de las Administraciones Públicas (condición 'sine qua non' para incrementar el gasto social) y las familias más ricas del país son el objetivo. Y para ello manejan varias fórmulas, que van desde emplear figuras ya existentes como el Impuesto de Patrimonio hasta crear un nuevo impuesto para estos colectivos.

Por lo pronto, lo único que hay decidido es una subida del Impuesto sobre la Renta (el IRPF) a las rentas más altas. A pesar de que el PSOE negara que fuera a contemplar esta medida en los prolegómenos de la campaña electoral, finalmente los próximos Presupuestos Generales del Estado incluirán un incremento de dos puntos para las rentas superiores a 130.000 euros y de cuatro para las que estén por encima de 300.000.

Así lo indica el programa de Gobierno que pactaron y firmaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias justo antes de acabar 2019, que incluye la promesa de estudiar "la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo". Algo en lo que el equipo de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, está trabajando.

La propuesta pasada del PSOE

¿Cuáles son las fórmulas que se plantean para aumentar la fiscalidad de las grandes fortunas? Hasta ahora, el más claro parecía a través del Impuesto de Patrimonio, una vía con la que el PSOE esperaba obtener unos 339 millones de euros extra al año con una subida del 1 por ciento del tipo aplicable a patrimonios de más de 10 millones, tal y como indicaba el Programa de Estabilidad de 2019.

Sin embargo, habría que hacer modificaciones normativas previas para que funcionara. Patrimonio es una figura de gestión autonómica y que en regiones como, por ejemplo, Madrid está muy bonificado. Es decir, que prácticamente no tiene efecto por lo que subirlo tendría ningún tipo de incremento recaudatorio.

Por ello, antes tendría que llevarse a cabo la homogenización fiscal que prometió Sánchez para igualar los tributos autonómicos. Si no, el resultado recaudatorio de esta medida podría ser perfectamente cero.

Un impuesto exclusivo

Estos problemas del Impuesto de Patrimonio ya son contemplados por Unidas Podemos. "Es inoperativo", admiten los morados en sus programas económicos, en los que apuestan por sustituirlo por un nuevo tributo totalmente nuevo y exclusivo para que las grandes fortunas pasen por caja.

Con este impuesto a los ricos se recaudaría una cifra anual semejante al 1% del PIB, más de 12.500 millones. Para ello, el objetivo estaría en los patrimonios superiores al millón de euros y sería "similar a lo que se está proponiendo para la UE y Estados Unidos".

El tributo tendría un mínimo exento por primera vivienda de 400.000 euros y gravaría con un 2 % los patrimonios de más de un millón, con un 2,5 % los de más de 10 millones, con un 3 % los superiores a los 50 millones y con un 3,5  los patrimonios de más de 100 millones.

La idea de Unidas Podemos es que la mayor parte del impuesto recaiga sobre los 1.000 patrimonios más altos del país.

Ricos y ultrarricos

Entrando en esta materia, también hay que tener en cuenta la propuesta de Más País, el partido de Íñigo Errejón, muy similar a la Unidas Podemos. En su caso, la formación madrileña habla de un impuesto para ricos y ultrarricos.

Se operaría a través de la citada figura de Patrimonio para gravar a los españoles que posean más de 2,5 millones. Así se obtendrían anualmente unos 10.000 millones.

La idea de los 'errejonistas' es que se integre operativamente en el IRPF, para que se convierta en un instrumento integrado de toda la fiscalidad personal.

Suelos fiscales

Por otro lado, lo cierto es que es que la bancada progresista también tiene planes fiscales que afectarán a las grandes fortunas de forma indirecta, como es la homogeneización de los impuestos autonómicos.

Se trata de figuras que son especialmente onerosas en los patrimonios elevados. Se trata de 'clásicos' como Sucesiones y Donaciones o el ya mencionado como Patrimonio. La idea es generar un mínimo de tributación en estas figuras para así eliminar la competencia fiscal.

Además, cabe recordar que el incremento de la progresividad fiscal a través del IRPF, más allá de la propuesta del acuerdo de gobierno entre socialistas y morados, está sobre la mesa si hay acuerdo en el Congreso para ello.