En su año y medio al frente de Red Eléctrica (REE), Jordi Sevilla ha compartido sillón en el consejo de administración de la compañía con una vieja compañera de partido, Maite Costa.

La que fue la primera -y hasta ahora única- mujer en presidir la Comisión Nacional de la Energía (hoy integrada en la CNMC) es una de las personas de confianza de la vicepresidenta Teresa Ribera y figura en las quinielas de candidatos para sustituir al economista del PSOE tras su dimisión.

Sevilla anunció este lunes por la mañana su decisión de abandonar la compañía semipública por motivos personales.

Sin embargo, en su entorno se vinculó la decisión a sus diferencias con la ministra de Transición Ecológica, recién ascendida a vicepresidenta del Gobierno, y a sus intentos de injerir en las decisiones de la empresa, que está participada por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) con un 20%.

En el pulso que Ribera y Sevilla han mantenido en los últimos tiempos, Maite Costa ha sido una de las figuras vinculadas a la toma de decisiones de la compañía más alineada con el Ministerio para la Transición Ecológica. 

Costa aterrizó como consejera externa en REE en septiembre de 2018, dos meses después de que el Gobierno nacido de la moción de censura nombrara a Sevilla presidente de la compañía.

Desde entonces, ha sido una figura de confianza para el Ministerio que dirige Ribera, según fuentes conocedoras de la empresa energética.

Uno de los episodios en los que la expresidenta de la CNE fue clave para frenar una decisión de Sevilla se produjo el pasado diciembre, cuando votó en contra de traspasar a la matriz Red Eléctrica Corporación los servicios que venía ofreciendo Red Eléctrica de España, dentro de un nuevo esquema organizativo auspiciado por Sevilla.

Según avanzó Cinco Días, fue Costa quien pidió el aplazamiento de una decisión que generaba algunas dudas en la SEPI, principal accionista de la compañía.

Desavenencias con Sevilla

Este episodio no habría sido el único que ha provocado roces en los últimos meses entre Sevilla y Ribera a cuenta de la gestión de una empresa clave para la 'transición verde' que quiere acelerar el Gobierno.

La decisión de REE de diversificar su negocio con inversiones en Brasil o en instalaciones de telecomunicaciones en el que es necesario impulsar las inversiones en renovables. 

Más sonadas han sido las diferencias por el recorte que la CNMC (Comisión Nacional del Mercado de la Competencia) ha incluido en sus circulares por el uso de su red de alta tensión. Una normativa, finalmente suavizada, que Sevilla criticó en público al considerar que restaba a las compañías recursos en un momento clave sin que fuera a tener un impacto para bajar la luz, en contra de lo que sostenía el regulador.

A raíz del anuncio de esos recortes por parte del regulador, REE puso en marcha un ajuste de plantilla, que fue presentado poco antes de que España acogiera la COP 25, una cumbre que fue una apuesta personal de Ribera. Hubo quien interpretó ese anuncio en ese momento como un gesto poco delicado con el Ministerio.

También han existido discrepancias -ya heredadas de la relación entre el anterior presidente de la compañía, José Folgado, y el Gobierno del PP- por la compra de Hispasat a Abertis por parte de REE.

Perfil afín a Ribera

Con todo esto, el Gobierno buscará ahora un perfil afín a Ribera para gestionar una compañía en la que también hay muchos accionistas internacionales presentes. 

Aunque BlackRock es su inversor institucional de referencia, en estos momentos, también cuentan con paquetes significativos de acciones otras firmas de inversión como el fondo soberano noruego que gestiona Norges Bank, Fidelity, Lazard, Amundi o Allianz, según los datos que figuran en Eikon (antigua Thompson Reuters).

Tras conocerse la noticia de la marcha de Sevilla, REE se dejó en Bolsa un 1,17%, menos de lo que perdió el Ibex 35 en la jornada de este lunes, con lo que el impacto de su marcha fue limitado.

Calendario de la sucesión

Una vez que Sevilla comunique este martes su decisión al consejo, REE seguirá trabajando con normalidad, puesto que las funciones ejecutivas de la compañía están en manos del consejero delegado, Roberto García Merino, que fue nombrado por el político socialista.

Después, la compañía activará de forma automática un plan de contingencia que fue aprobado por en 2017 conforme a las prácticas de buen gobierno corporativo. 

La consejera Carmen Gómez de Barreda será quien asuma de manera transitoria y hasta que se produzca el nuevo nombramiento, la coordinación de las funciones del consejo, según informó la empresa.

Pero el verdadero foco de las decisiones importantes sobre la presidencia de REE estará en Moncloa. El nombramiento del futuro presidente tendrá que ser aprobado por el consejo de la SEPI a propuesta del Gobierno.

Ese es el primer paso para que sus tres representantes en la empresa eléctrica den su voto favorable a ese perfil en el consejo de administración de REE que tenga como orden del día la aprobación del nombramiento del nuevo presidente.

La SEPI celebrará un consejo ordinario el próximo viernes sin que exista constancia en este momento de que para entonces el Gobierno tenga cerrada su compleja decisión.

En estos momentos, la SEPI tiene tres consejeros en REE. Se trata de Antonio Gómez Expósito y Mercedes Real, además de Maite Costa.

Costa y la política

De los tres, la expresidenta de la CNE es una de las favoritas de las primeras quinielas. Su buena sintonía con Ribera se pudo ver en directo a finales de 2019, en la entrega de premios del Club de la Energía en la que ambas fueron fotografiadas juntas.

En esa ceremonia, Costa recibió un premio a su trayectoria. Economista y política de origen catalán, María Teresa Costa i Campi, sería una candidata vista con buenos ojos por el PSC.

Además de ocupar la presidencia de la CNE en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, Maite Costa ha sido secretaria de Industria y Energía de la Generalitat de Catalunya y vicepresidenta del Instituto Catalán de la Energía (ICAEN). También fue diputada.

La consejera ha participado en recientes estudios sobre la pobreza energética. Un ámbito en el que el Gobierno quiere centrar sus políticas para reducir la desigualdad. Y es profesora del departamento de Economía de la Universidad de Barcelona.