Estados Unidos representa un tercio del mercado financiero global. Sin embargo, en el último año, han sido varios bancos europeos, entre ellos BBVA, los que han tenido que ajustar su negocio estadounidense con un impacto negativo en las cuentas que presentan en Europa.
Consciente de esa debilidad, Ana Botín sacó pecho este miércoles al anunciar un resultado de Santander en Norteamérica superior al que esperaban los analistas.
La entidad aumentó su beneficio ordinario el pasado año en EEUU un 24%, hasta alcanzar los 717 millones de euros, pese a que la economía en ese país creció menos de lo esperado y la Reserva Federal rebajó los tipos de interés, que son vitales para la rentabilidad bancaria.
Una evolución que ha hecho cuestionarse al mercado si Santander estaría dispuesto a comprar alguna nueva entidad en Estados Unidos para reforzar ese crecimiento. Esta opción fue descartada por Botín, que sin embargo, sí mantiene su intención de reforzar su inversión en un negocio y un país que está animando su cuenta de resultados.
Motor de crecimiento
"Estados Unidos va a ser un motor de crecimiento del grupo", aseguró Botín durante la rueda de prensa de los resultados del banco. Una apuesta que se debe a que, según los datos que aportó la presidenta, "el margen medio de intereses en Europa está en el 0,6 y en EEUU 2,3%".
Una de las claves de esa evolución -y de esos datos de rentabilidad- es la apuesta del banco de origen cántabro por el negocio de la financiación al consumo en EEUU, frente al negocio más puramente retail de BBVA con Compass.
Solo en financiación prime de automóviles, la entidad movió 7.000 millones de dólares en 2019, de acuerdo con sus cuentas.
Según los resultados que presentó este miércoles, Santander Consumer USA, la unidad de financiación al consumo logró un RoTE ordinario (ratio para medir la rentabilidad financiera) del 20% (ajustado por exceso de capital), una alta rentabilidad para el mercado.
Distinta posición geográfica
Al comparar la experiencia en EEUU de los dos grandes bancos españoles, también es importante tener en cuenta que la posición geográfica de ambas entidades es distinta.
Mientras que el banco que preside Carlos Torres está presente en Houston y Dallas, la entidad de Ana Botín cuenta con una fuerte presencia en Boston y tiene concentrado su negocio en la costa este de EEUU, donde ocupa el décimo puesto por tamaño.
Se trata de dos regiones muy diferentes en términos económicos dentro de la primera potencia mundial. En el caso de Houston se añade la dificultad añadida de los huracanes de los últimos años.
Fue en 2017, cuando el ya expresidente de EEUU, Francisco González, decidió visitar Houston para valorar los daños del huracán Harvey y comprometer ayudas para la reconstrucción de las ciudades.
Consejera en EEUU
Botín trató de remarcar que la buena marcha de EEUU es también un éxito de su gestión por la reorganización de los equipos que impulsó tras llegar a la presidencia del banco.
De hecho, destacó la rápida sucesión interna que el banco ejecutó el pasado diciembre, cuando su CEO en EEUU fue fichado por Wells Fargo. Ahora, el sustituto en el cargo es Tim Wennes.
Fruto de esa apuesta personal por norteamérica, Ana Botín se incorporó el pasado año al consejo de Santander Holdings, del que dependen las seis entidades financieras del grupo en EEUU.
En concreto, la filial de crédito al consumo Scusa, el banco minorista Santander Bank, Banco Santander Internacional de Miami, Banco Santander Puerto Rico, Santander Securities en Boston y Santander Investment Securities en Nueva York.
El banco destacó también este miércoles la mejora crediticia de su negocio en EEUU, pese a que volumen de préstamos aumentó en un 10%, hasta 131 millones de euros, en 2019.
Mientras, sus clientes vinculados crecieron un 22%, hasta 3,5 millones y los digitales aumentaron un 6%, hasta superar el millón.
Dos rivales en Bolsa
El mercado premió las cuentas de Santander con un avance en Bolsa del 4,41% en la jornada de presentación de resultados.
Por su parte, BBVA presentará resultados el próximo viernes. La evolución bursátil del banco que preside Torres Vila fue mejor a la del Santander en 2019. Sin embargo, sus cuentas estarán lastradas por el ajuste que tuvo que acometer en Estados Unidos el pasado diciembre, con un impacto contable de 1.348 millones de euros, que no afecta a la liquidez del banco.
El Santander también tuvo que ajustar el valor de una de sus filiales, pero en su caso, fue del Reino Unido, como consecuencia del brexit, y su impacto también se dejó notar de forma negativa en las cuentas de 2019.