El crecimiento exponencial y posterior batacazo que ha vivido la construcción desde que comenzó el segundo milenio en España aún recoge sus consecuencias. La promoción inmobiliaria se ha estabilizado, pero los trabajadores del sector se enfrentan a una nueva era industrializada.
El V Encuentro de Financiación Inmobiliaria (Efimad) celebrado este jueves ha sido un ejemplo más del convencimiento del sector en este sentido. El más claro, el consejero delegado de Aedas Homes, David Martínez. “Antes teníamos mucha mano de obra accesible y barata; esto ha acabado”, ha afirmado en el evento celebrado en CaixaForum.
El directivo de la promotora cotizada ha insistido en que se trata de un “problema endémico”. “Nadie duda de que estamos en los albores de un cambio de modelo en la construcción y en un futuro no vamos a encontrar más mano de obra de la que ya hay”, ha ahondado.
De ahí que los periodos de 18-20 meses para hacer una vivienda como en tiempos pretéritos tengan que cambiar. Según David Martínez, “tenemos que ir hacia un modelo menos artesanal, más industrializado, menos secuencial y más simultáneo”.
La directora de negocio de Vía Célere, Teresa Mazo, ha reconocido en este sentido que “el coste de la mano de obra ha llegado a duplicarse”. “Sobre todo -ha apuntado- en aquellos oficios que son más artesanales”. Esta situación, junto a los precios de los materiales, ha provocado un incremento en los costes de producción del 20%.
¿Por qué? “Como todos sabemos, hay una falta de mano de obra muy importante en nuestro país", ha indicado. "Durante los años de crisis, la mano de obra que existía ha desaparecido”, ha explicado Teresa Mazo en el acto organizado por CaixaBank y Asprima.
En concreto, según Teresa Mazo, “las personas mayores se han jubilado, las de mediana edad se tuvieron que reubicar en otros sectores y ahora mismo no quieren volver al sector de la construcción, y los más jóvenes no quieren entrar en este mercado porque ofrece unas condiciones de trabajo duras”.
El futuro está en la industrialización
Los dos directivos de promotoras que han participado en el evento han coincidido en el importante papel de la industrialización en el futuro del sector. Teresa Mazo ha señalado que “tenemos un claro problema de mano de obra, lo que implica que debemos enfocarnos más hacia un mundo industrial”.
Ambas tienen experiencia en la promoción industrializada. Por ejemplo, en septiembre del año pasado Aedas Homes comenzó las obras de su primera promoción ‘offsite’ en Madrid. Se trata de Etheria, en el barrio de El Cañaveral, un conjunto de 41 chalets de 3 o 4 dormitorios con amplias zonas comunes.
Seis meses antes, Vía Célere anunció dos promociones de construcción industrializada en Boadilla del Monte (Madrid). Por un lado, un edificio de 17 viviendas. Por otra, un proyecto plurifamiliar con 26 más.
Financiación y retos
Sin embargo, no todo será un camino de rosas para la industrialización del desarrollo promotor residencial. La financiación y no poder ver cómo avanza la casa de tus sueños requiere una adaptación de empresas y sociedad.
El CEO de Colliers International Spain, Mikel Echavarren, ha reconocido que “hoy por hoy el banco no está preparado para financiar el grado de avance en este tipo de productos, pero se abren algunas oportunidades de futuros modelos en los que la entidad financia al constructor con un aval que consiga el promotor de otro banco”.
El director de negocio inmobiliario de CaixaBank, Daniel Caballero, ha apuntado dos problemas para el crecimiento de este cambio productivo. Por un lado,“que un comprador tenga confianza en el promotor en la que está el agujero pero no ve cómo avanza y tiene que ir pagando mes a mes más la entrada”.
Por otro, ha mencionado Daniel Caballero, si una casa que antes levantabas en 18 meses ahora tardas diez o doce, “no sé si el comprador de esa vivienda tendría la posibilidad de ahorrar ese dinero en la actualidad”.
El director general corporativo de Merlin Properties, Miguel Ollero, también ha hecho hincapié en el reto de cambiar la mentalidad del comprador en torno al concepto de prefabricado. “También está el tema regulatorio: hay un código técnico que hay que ver cómo encaja con este tipo de construcciones”, ha señalado.