Sniace apunta a "una decisión política" del Gobierno como causa de su liquidación
- La papelera ha sido suspendida de negociación tras la ruptura de contratos de cogeneración
- La presidenta de la compañía ha señalado que "hasta el último minuto" se buscaron alternativas al cierre
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La presidenta de Sniace, Gema Díaz Real, ha culpado del cese de la actividad de la empresa a "una decisión política y quizás ideológica" del Gobierno de España, refiriéndose al decreto sobre la cogeneración del Ministerio de Transición Ecológica, que, en su opinión "da al traste unos años muy intensos de transformación de una compañía" con "muchísimas proyecciones de futuro", dejando a 450 personas fuera del mercado laboral.
Díaz Real ha asegurado que el consejo de administración de la fábrica ha estado buscando soluciones alternativas a la liquidación "hasta el último minuto" y que la situación les ha cogido "muy de sorpresa", ya que se encontraban en un momento "muy ilusionante" debido a nuevos proyectos como la fabricación de productos biodegradables.
Así lo ha dicho la presidenta de Sniace en declaraciones a la prensa tras participar en una reunión con el consejero de Industria, Francisco Martín, en relación a la "preocupación" del sector tras el anuncio del Ministerio de la rebaja de las ayudas a la cogeneración.
En el caso de Sniace, Díaz Real ha señalado que el decreto tiene un impacto en las cuentas de la compañía de 45 millones de euros al año, a los que se sumarían otros millones circulantes que tendría que tener ya "sobre la mesa" para hacer frente a los pagos de las obligaciones adquiridas tras el proceso concursal que se inició en 2016.
Además, ha explicado que la decisión de cerrar la fábrica se ha tomado después de que la empresa cogeneradora socia de Sniace, Cogen, disolviera el contrato antes de tiempo, lo que hace "inviable" continuar el trabajo porque se necesitaría "una importante cantidad de circulante para hacer frente a los suministros de gas".
La presidenta de la empresa ha lamentado que la liquidación ocurre en un momento que hasta ahora era "de mucha ilusión" porque se estaba negociando la deuda concursal y estaba prevista una inversión "muy interesante", de unos 200 millones de euros, aunque no "no se ha logrado mantener a los inversores".
Asimismo, ha recordado que estaba planeada una parada industrial de la actividad en abril y mayo para acometer la última inversión y reabir el 1 de junio una nueva línea de productos biodegradables y dispersables sustitutivos del plástico, lo que finalmente no será posible.
FUTURO TRAS LA LIQUIDACIÓN
En este sentido, se ha referido a los proyectos que tenía la fábrica, como el de elaborar materiales sustitutivos del plástico, y ha confiado en que la compañía aún "tiene futuro" debido a que "incremento en calidad y en ventas este último año ha sido espectacular".
Por ello, ha pedido a los trabajadores una parada "ordenada" para dejar la maquinaria en condiciones "óptimas" y que el liquidador pueda buscar una solución para la continuidad de Sniace.
Así, se ha puesto "a disposición" del liquidador concursar para "colaborar en todo", y ha señalado que dependerá de él si se mantiene la actividad durante los meses que dure el proceso de liquidación, ya que sigue habiendo clientes y pedidos.
Por último, a preguntas de la prensa por la petición de los trabajadores de mantener un encuentro con el máximo accionista, Sabino García Vallina, ha respondido que "no ha lugar porque es un accionista más", al que ha agradecido que ha sido una persona "muy implicada" y que "lo ha dado todo por esta compañía".
COMITÉ DE EMPRESA
El comité de empresa de Sniace ha pedido esa reunión con García Vallina y otra con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que tendrá lugar el próximo lunes a las 9 horas, y a la que también asistirá el vicepresidente, Pablo Zuloaga, para aclarar las medidas que está tomando el Gobierno central respecto a la cogeneración, que ha sido la "puntilla" para Sniace.
Así se lo han trasladado los trabajadores al consejero de Industria, que les ha recibido antes de comenzar la reunión que había convocado con las empresas, en la que según ha dicho el presidente del comité, Francisco Plaza, en declaraciones posteriores a los medios, Martín les habría comunicado que intentará que el liquidador mantenga la fábrica en marcha a la espera que aparezca un inversor.
Sin embargo, según Plaza, "no hay mucho margen", ya que la condición para dejar que la factoría siga funcionando es que exista desde el comienzo de la liquidación un posible inversor, aunque ha explicado que la actividad "no puede estar mucho tiempo parada" por los productos con los que trabaja, que son "muy corrosivos".
Así, ha explicado que la parada se haría "progresivamente" y duraría "por lo menos una semana". Por otro lado, ha añadido que Martín les ha indicado que desde el Gobierno regional intentarán traer a las ministras de Industria y de Transición Ecológica para que conozcan la situación.