ACS ha lanzado un plan de recompra de acciones propias al que destinará un importe máximo de 370 millones de euros para hacerse con títulos representativos del 3,18% de su capital, según informó la compañía.
Con este plan, el grupo que preside Florentino Pérez busca tomar acciones para amortizar y, al tiempo, contribuir a su política de retribución de al accionista "mediante el incremento del beneficio por acción".
En virtud de su programa de recompra, ACS tomará en el mercado un máximo de diez millones de acciones propias, representativas del referido 3,18% de su capital. El plan se lanzó este lunes, día 24, y se extenderá hasta el 30 de septiembre, o bien hasta que se alcance el volumen máximo de títulos fijado.
El grupo pone en marcha esta recompra tras recientemente activar el proceso de 'scrip dividend' para pagar el dividendo a cuenta que tradicionalmente abona en el mes de febrero.
Este pago a cuenta supone repartir en efectivo de 0,449 euros brutos por acción, importe similar al del pasado año, o bien entregar una nueva acción gratuita por cada 67 con que ya se cuenten.
La constructora posteriormente abona un dividendo complementario en julio, pago que el pasado año fue de 1,45 euros.
ACS tradicionalmente amortiza un número de acciones propias en autocartera equivalente al de títulos que emite para atender el pago de dividendo en papel con el fin de evitar la dilución de la participación de aquellos socios que cobran en efectivo.
En la actualidad, la compañía de construcción y servicios cuenta con títulos en autocartera equivalentes al 3,8% de su capital, según los últimos datos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
ACS lanza el plan de recompra después de que la pasada semana, con ocasión de la presentación de sus resultados anuales, volviera a ratificar el pago del dividendo, así como que mantenía su 'pay out' en el 65%.
La constructora logró que sus resultados esquivaran un impacto negativo de 420 millones derivado del 'agujero' que ha causado a su filial australiana Cimic la venta de su negocio en Oriente Medio.
La compañía sorteó este efecto por las plusvalías generadas con la venta de sus plantas fotovoltaicas, con la activación de provisiones y gracias a la contribución, por vez primera de un ejercicio completo, de su participación en Abertis.
De esta forma, y gracias también a la "buena evolución de todos sus negocios y el crecimiento del beneficio recurrente", la compañía no logró el objetivo de superar la cota de los 1.000 millones de euros de beneficio, pero concluyó 2019 con una ganancia de 962 millones, un 5,1% superior al del ejercicio anterior.
En el plano financiero, y pese a impulsar la inversión en renovables, el endeudamiento de ACS fue, por tercer año consecutivo, "prácticamente inexistente" (54 millones, el 0,02% de su Ebitda). Una "robusta posición financiera" que, según el presidente del grupo, le otorga "gran capacidad de inversión en nuevos proyectos".