Iberdrola propondrá a sus accionistas en la Junta General de la compañía, que tendrá lugar el próximo 2 de abril, la aprobación de un bono estratégico para el periodo 2020-2022 para directivos por un máximo de 14 millones de títulos de la empresa, valorados a precios actuales de mercado en unos 144 millones de euros, vinculado a objetivo de un beneficio neto récord al final del periodo.
Según consta en la documentación remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con motivo de la convocatoria de la junta, este incentivo a largo plazo estará basado en el desempeño de la empresa en diferentes parámetros de tipo financiero, de negocio y de desarrollo sostenible, "que proyectan un escenario retador para una compañía que continúa con su crecimiento rentable, sólida financieramente y comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD).
Así, entre los puntos fijados para cumplir con el bono se encuentra la superación de las perspectivas actuales del grupo, que en 2019 ha alcanzado un beneficio récord de 3.406 millones de euros, estableciendo un objetivo de beneficio neto consolidado en 2022 de 4.200 millones de euros, "superando ampliamente el rango de 3.700 millones y 3.900 millones de euros fijado en las perspectivas".
"Se entenderá que este parámetro no está cumplido si la cifra de beneficio neto consolidado al cierre 2022 no supera el rango bajo de las perspectivas (3.700 millones de euros)", señala el grupo en uno de los puntos del orden del día de la Junta.
Asimismo, para la consecución del bono se deberá registrar un incremento de la rentabilidad total para el accionista durante el periodo 2020-2022.
Objetivo de la compañía
De esta manera, a pesar de que la evolución de la acción de Iberdrola ha superado al índice de referencia en 8,4 puntos porcentuales durante 2019 y en 42 en los últimos cinco años, Iberdrola se marca como objetivo superar nuevamente al Euro Stoxx Utilities Index en 5 puntos porcentuales durante el período.
El bono estratégico también está vinculado a una mejora de la solidez financiera, con un objetivo de ratio al cierre de 2022 de, al menos, el 22%, así como a parámetros relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En concreto, el bono estratégico está dirigido a los consejeros ejecutivos, al personal directivo y a profesionales del grupo que, por su posición o por su responsabilidad, se considere que contribuyen "de manera decisiva a la creación de valor". En total, un máximo de 300 beneficiarios.
En total, Iberdrola repartirá ese máximo de 14 millones de acciones como parte de este incentivo, equivalentes al 0,22% del capital social. A los consejeros ejecutivos -actualmente el presidente, Ignacio Sánchez Galán, y el director general de los Negocios, Francisco Martínez Córcoles- se les reserva un máximo de 2,5 millones de títulos.