Duro Felguera ha recuperado la senda de los beneficios. El grupo asturiano ha logrado en 2019 unas ganancias de 10,98 millones de euros. Cifra que contrasta con las pérdidas de más de 119 millones que cosechó en 2018 si se descuenta la inyección lograda por la ampliación de capital. 

Estos resultados vienen acompañados de unas ventas de 397,6 millones de euros lo que supone una caída del 5% respecto a las del año anterior. Ahora bien, la contratación asciende a 105,5 millones, lo que supone un 35% más que en el 2018. 

La propia empresa reconoce que "la no disposición de la línea de avales comprometida en el acuerdo de refinanciación firmado en 2018, está dificultando alcanzar los niveles de contratación previstos en el plan estratégico". 

Negocia con la banca

El CEO del grupo, José María Orihuela, ha insistido en que siguen negociando con el sindicato bancario para intentar desbloquear los avales, aunque ha explicado que no puede "avanzar nada" en este sentido. 

Lo que sí ha explicado es que prácticamente todos los bancos que conforman el llamado G5 (Santander, Caixabank, Sabadell, Bankia y BBVA) han reducido avales durante el último año. ¿Cuál es la intención ahora? Lograr otros 80 millones de euros que permitan presentarlos para la contratación de nuevos proyectos. 

También ha insistido en que están en conversaciones con múltiples inversores y que están detectando interés potencial por parte de muchos (nacionales e internacionales) para entrar en el capital de la compañía. Ahora bien, por el momento no hay nada cerrado.

La deuda neta de Duro Felguera alcanza los 3,5 millones de euros, aunque los pasivos netos llegan a los 128,3 millones de euros. 

Reclamaciones

El grupo también dice tener reclamaciones con clientes por valor de 244 millones de euros que todavía no se han registrado en los estados financieros. Esperan que la mayor parte de esas reclamaciones sean favorables para la compañía.

Unas cuentas que ha presentado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a la que también ha comunicado que Duro Felguera ha decidido "retirar el apoyo financiero que venía prestando a su filial australiana". 

En ocho arbitrajes de los diez que estaban abiertos en el país se ha logrado un acuerdo, así como también con distintos proveedores. De este modo, Duro Felguera saldrá de la compañía y se ha procedido a nombrar a un auditor externo. 

Según las estimaciones del grupo, se genera un impacto en el resultado consolidado de la compañía de 8 millones de euros negativos, sin que esto afecte al EBITDA consolidado de Duro Felguera. 

Ajuste de plantilla 

José María Orihuela también ha explicado que en estos momentos lo que "prima es la rentabilidad del grupo", por lo que no se puede descartar que haya un proceso de reestructuración dentro de la plantilla fija de la empresa. Eso sí, insiste en que "no hay una decisión tomada todavía". 

En el entorno de los trabajadores se especula con esta posibilidad desde hace tiempo, un temor que se vio acrecentado con la incorporación al consejo del exministro de Trabajo, Valeriano Gómez