La planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona ha tenido que parar su producción por falta de suministros de un proveedor clave, fabricante de ruedas, situado en la zona de Igualada, que se encuentra bajo confinamiento debido al coronavirus.
Fuentes conocedoras de la situación han confirmado a Efe que la producción de vehículos se ha parado por esta causa este mediodía después de que la dirección alertara a la Generalitat de las dificultades para proveerse de este suministro.
El fabricante de ruedas que tiene problemas para hacer llegar sus productos es Trire y está ubicado en Ódena, una de las poblaciones que está en el perímetro de confinamiento de la comarca del Anoia.
Este proveedor suministra también ruedas a la automovilística Seat, con planta en Martorell (Barcelona), aunque la marca del grupo Volkswagen no se ha visto afectada de momento por los problemas de este fabricante y trabaja con normalidad, según ha señalado a Efe la compañía.
En conferencia de prensa, el conseller de Interior, Miquel Buch, ha admitido que se está trabajando para intentar abrir un corredor que facilite la llegada de estos suministros a la planta de Nissan, en la que trabajan 2.500 personas.
Un ERTE, en el aire
Nissan ha planteado esta mañana la posibilidad de aplicar un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) en Barcelona por la falta de suministros debido al coronavirus, una medida que provoca desconfianza en los sindicatos, que temen que se aproveche la pandemia para hacer frente a la baja producción.
De momento, la compañía se ha limitado a sondear a los sindicatos y no ha tomado aún ninguna decisión en firme sobre el posible ERTE, según ha asegurado la automovilística.
Un portavoz de Nissan ha negado a Efe que esta mañana se haya convocado a los sindicatos para tratar sobre este posible ERTE, aunque no se descarta que pueda hacerse a corto plazo, ya que todo está en el aire, alegando causas de fuerza mayor. En esta reunión se han abordado los protocolos a seguir para evitar el riesgo de contagio de coronavirus en los centros de trabajo.
Los sindicatos se muestran reacios a aceptar un expediente temporal en estos momentos ya que creen que la automovilística está aprovechando el contexto de crisis sanitaria para buscar una solución a los problemas de fondo de falta de producción en la planta de Zona Franca.
La fábrica, en la que trabajan unas 2.500 personas, trabaja ya al 20 % de su capacidad debido a la falta de carga de trabajo y está pendiente de nuevas adjudicaciones de modelos por parte de la dirección en Japón.
La baja producción motivó que la semana pasada la plantilla se quedara en casa en aplicación de las medidas de flexibilidad que recoge el convenio colectivo.
Desde el resto de fabricantes con plantas de producción en España -PSA, Renault, Mercedes, Ford y grupo Volkswagen- han asegurado que a día de hoy trabajan con normalidad a pesar del coronavirus.
No obstante, en el caso de la fábrica de Volkswagen en Pamplona la dirección y los sindicatos han acordado la posible aplicación de un ERTE, en el caso de que la pandemia afecte a la producción.