La epidemia global del coronavirus ha sumido a la sociedad en una situación excepcional. Los movimientos de la población se han limitado al mínimo para frenar los contagios y se ha paralizado, en la medida de lo posible, la actividad económica del país. En este sentido, son muchas las empresas que han optado por vías como el teletrabajo para continuar con su actividad, pero algunos sectores siguen en primera línea para garantizar los servicios básicos a la población.
Además de asegurar asistencia sanitaria en hospitales y ambulatorios, permanecen abiertos también farmacias, tiendas de alimentación, estancos y oficinas bancarias. Las sucursales de los bancos se consideran servicios esenciales, por ejemplo en zonas rurales, o para atender a personas mayores que no tengan acceso a la red, aun así, la recomendación oficial es realizar todas las operaciones que se puedan por internet.
De esta manera, el sector bancario se ha puesto en marcha para contribuir a la recuperación de la economía y la protección de la salud de la población. “La dimensión de esta crisis sanitaria nos exige un esfuerzo colectivo para ayudar en lo posible a mitigar su impacto”, señalaba hace unos días el consejero delegado de Santander España, Rami Aboukhair. Y es que Banco Santander ha iniciado un plan de contingencia en todas las Comunidades para actuar estos meses en estrecha colaboración con todos los agentes públicos y privados en la lucha contra el coronavirus y colaborar con el bienestar de todos.
Con la sociedad
En España, son varias las medidas que ha tomado Banco Santander para frenar el impacto del coronavirus, entre ellas la donación de 4 millones de euros para habilitar 2.000 nuevas camas y comprar respiradores para el hospital de campaña de IFEMA, que comenzó a operar a principios de esta semana en Madrid. El banco también ha adquirido un millón de mascarillas para enviar al Ministerio de Sanidad para repartir por todo el territorio español. Además, ha acordado con las autoridades distintas fórmulas de ayuda para organizar los catering del personal sanitario que atiende a las personas afectadas en el hospital provisional de Ifema.
Más allá de esta donación, se ha creado un fondo solidario para conseguir equipamiento y materiales esenciales para los sanitarios. La compañía espera reunir 25 millones de euros con este fondo, que se financiará con la reducción en la retribución del consejo y la alta dirección, y con la aportación de los empleados.Dando el primer paso, la presidenta, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Álvarez, han renunciado al 50% de su retribución de 2020 (fija y variable).
Las medidas globales que ha iniciado Banco Santander en todas las Comunidades en las que opera procuran continuar su actividad con los clientes para paliar los efectos de la crisis económica y, sobre todo, acercarse al objetivo común, que es acabar con la epidemia lo antes posible. Así lo manifiesta Ana Botín: “Nos esperan meses complicados, pero confío en nuestra capacidad como sociedad para superarlo y el banco estará a la altura”.
Con los clientes
El objetivo del banco es mantener su actividad para que tanto empleados como clientes se vean mínimamente afectados por la crisis del coronavirus. Para ello, Santander España ha activado el protocolo de ayudas a pymes y autónomos, mediante el que se proporciona una línea de créditos preconcedidos por valor de 20.000 millones de euros. Con esta acción se busca aportar liquidez en el corto plazo a las empresas más vulnerables a la paralización de la actividad económica.
Otra de las medidas más destacadas del decreto de estado de alarma era la posibilidad de solicitar una moratoria de la hipoteca. Esta medida ha sido aprobada para aquellas personas que, por la situación actual, tengan dificultades para hacer frente a su deuda. En la página web del banco los clientes de Santander podrán consultar los pasos a seguir para solicitar este aplazamiento.
Con los empleados
Las medidas adoptadas estas semanas también contemplan la protección de la salud de la amplísima plantilla de Banco Santander. Por ello, la entidad ya tiene a 50.000 personas teletrabajando en la mayoría de países en los que opera. En lo que corresponde a España, el 72% de sus 29.000 empleados también se están beneficiando del teletrabajo.
Ante la imparable expansión del coronavirus en otros lugares como Reino Unido o América, Banco Santander ha puesto ya en marcha una serie de medidas preventivas para proteger el empleo y tender la mano a los clientes. El teletrabajo es una realidad en la mayoría de países en los que Santander está presente, como México, EE.UU, Brasil o Argentina y, por otro lado, también se están replicando algunas medidas como la moratoria hipotecaria en Reino Unido o Polonia.
No obstante, ya que algunas de las oficinas de la compañía permanecerán abiertas para proporcionar algunos servicios básicos a la población, se están llevando a cabo ciertos protocolos para atender al personal que estará estos días de cara al público. En primer lugar, se ha reducido el horario de atención al cliente y se está apostando por la rotación de personal en las oficinas de gran tamaño, además de extremar las medidas de higiene en todas las sucursales. En este sentido, Ana Botín, presidenta de Banco Santander, declaraba que “nuestra prioridad es la salud de nuestros equipos, al tiempo que seguimos, como otros servicios esenciales, asegurando la continuidad del negocio para poder seguir atendiendo a nuestros clientes”.
Asimismo, la entidad se ha comprometido a no realizar despidos ni ERTES durante el estado de alarma para preservar todos los puestos de trabajo que tiene en el país. El consejero delegado de Santander España explicaba sobre esta decisión que los empleados “garantizan, en definitiva, el servicio que como banco debemos ofrecer a la sociedad, muy especialmente en esta compleja situación. Es ahora cuando tenemos que estar más cerca si cabe de las personas y, por supuesto, de las empresas de nuestro país y esforzarnos para ayudarles a proteger el empleo”.