El aeropuerto de Zaragoza se ha convertido estos días en un gran hub para el material que están comprando las empresas del Ibex 35 para ayudar a la Sanidad española a dotarse de aquello que todavía falta para hacer frente de manera eficaz al coronavirus.
Se trata de pedidos realizados a contrarreloj en mercados que no son fáciles. Pero ha sido posible cerrarlos en tiempo récord gracias a socios estratégicos en Asia de las grandes empresas españolas, como Huawei, Nec o Samsung.
En las próximas dos o tres semanas, llegarán al aeropuerto maño más de 3.700 respiradores donados por Amancio Ortega (a través de su Fundación), BBVA, Iberdrola, Telefónica, Endesa y ACS. La cifra podría aumentar a lo largo de abril conforme se vayan materializando las donaciones que ya han sido presupuestadas por algunas de las mayores empresas españolas y que se están coordinando con el Ministerio de Sanidad a través de una especie de ventanilla única.
Este miércoles, un avión procedente de China llegó a Zaragoza con 753 respiradores y 700 máscaras especiales para estas máquinas donadas por el banco que preside Carlos Torres Vila. La compra -que incluye más material que llegará en los próximos días- fue por un importe de tres millones de euros, según fuentes conocedoras.
Pero el banco ha comprometido hasta 25 millones de euros en donaciones dentro de una red común de empresas que van a destinar cuantías similares o superiores y en la que están cooperando Santander, ACS, Telefónica, Endesa e Iberdrola, entre otras.
Fruto de esa colaboración, Telefónica -junto con Endesa, por un lado, y con ACS, por otro,- tiene en marcha ya otro gran encargo y ya ha conseguido hacerse con otros 1.100 respiradores que llegarán a España en un plazo de entre dos o tres semanas, de acuerdo con fuentes empresariales.
También en esta primera quincena de abril llegarán otros 450 respiradores comprados por Iberdrola en China dentro de una gran compra de material valorada en más de 22 millones de euros en la que se incluyen 4,6 millones de mascarillas, 120.000 buzos de protección y 20.000 gafas de protección.
Estas máquinas de respiración se sumarán a los 1.450 respiradores para las UCIs que la Fundación Amancio Ortega ya se ha comprometido a entregar a los hospitales españoles, en un lote que también incluye 450 camas, entre otros productos necesarios.
Como contó este periódico el pasado lunes, es precisamente el grupo que fundó Ortega, a través de la figura de Pablo Isla, el que está centralizando la logística de todas estas donaciones que tienen que adquirirse en el extranjero por las carencias de la industria española en la elaboración de material sanitario. La amplia presencia de Inditex en China y su potente red de proveedores le ha hecho liderar esta red solidaria de empresas.
Ayuda de socios en Asia
Es precisamente en Asia donde están buena parte de los proveedores con los que España tiene que tratar para hacerse con el material médico que necesita. Es un negocio en el que el Gobierno carecía de experiencia. Además, los trámites burocráticos que tiene que afrontar Sanidad con sus compras hace que el Ibex tenga más fácil ejecutar algunos tipos de pedidos.
Para realizar esas compras en un mercado que no es sencillo cada empresa ha tirado de sus socios comerciales en los países asiáticos. Fuentes conocedoras de cómo se articulan estas operaciones cuentan a Invertia que grandes multinacionales con presencia en España como Huawei en China, Samsung en Corea del Sur y NEC en Japón han sido grandes aliados para ejecutar las compras de material médico en un contexto complicado, puesto que la alta demanda y la necesidad de que los proveedores ofrezcan todas las garantías complica la tarea de cerrar esos encargos en este momento.
También China Unicom, que tiene lazos estratégicos con la empresa que preside José María Álvarez-Pallete, ha colaborado con la operadora española para abrirle el paso en el mercado asiático.
El papel de todas estas empresas asiáticas ha sido esencial para validar los proveedores y garantizar que el material que se estaba adquiriendo cumple con todos los requisitos necesarios, algo fundamental después del error en la compra de test que cometió el Gobierno.