La Semana Santa 2020 será una de las miles de víctimas que dejará la pandemia del coronavirus en España. Un periodo que habría arrancado el pasado viernes y que debería haber sido uno de los periodos del año en los que a lo largo y ancho del país se realizasen más desplazamientas por tierra, mar y aire.
Las obligadas medidas de confinamiento impuestas para frenar en seco los contagios, van a convertir 10 días en los que deberían haberse superado gran parte de los récords en materia de movilidad de la historia de España, en un periodo de tiempo en el que se cosechará un número de desplazamientos irrisorio.
Si se observan los datos de abril de 2019, año en el que la Semana Santa también se celebró en este mes, 7,17 millones de turistas internacionales visitaron España. Esta cifra representó el 8,5% de los 83,7 millones turistas extranjeros que eligieron como destino nuestro país durante el pasado año.
De esta forma, abril se convirtió en el séptimo mes con más visitas internacionales, de las que 5,8 millones llegaron por avión; 1,1 millones, por carretera; y 29.000, por tren. La drástica reducción de conexiones aéreas internacionales sumada a las restricciones de movilidad interna impuestas para frenar la pandemia harán que esta cifra se reduzca a la mínima expresión durante los próximos días en España. Una tendencia que va a seguir el mismo patrón en los desplazamientos nacionales.
Carreteras vacías
El indicador más evidente de la desaparición de desplazamientos se verá durante estos días en las carreteras españolas. Según las estimaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), el pasado año se realizaron 15,5 millones de desplazamientos por carretera durante la Semana Santa.
El primer periodo de desplazamientos habría correspondido al pasado fin de semana. El pasado año, las estimaciones de tráfico señalan que entre el viernes 12 de abril y el domingo 14 se realizaron 3,9 millones de desplazamientos. El resto, 11,6 millones de desplazamientos, tuvo lugar entre el jueves 18 de abril y el domingo 21.
En lo que tiene que ver con los desplazamientos aéreos, según los datos de la asociación de líneas aéreas españolas (ALA) durante la Semana Santa de 2019 se registraron 71.000 vuelos en los aeropuertos de la red de Aena. Este año se ha producido un drástico descenso del 95% con solo 3.550 vuelos programados entre el viernes 3 de abril y el lunes 13 de abril.
Según los datos de Aena, durante ese periodo en 2019, más de 11 millones de pasajeros, nacionales e internacionales, pasaron por los aeropuertos de su red.
Del mismo modo, para el transporte por ferrocarril esta semana de festivos fue una de las más intensas durante el pasado año. En concreto, entre el viernes 12 y el lunes 22 de abril, entre servicios de AVE, larga distancia y Avant, 1,3 millones de viajeros optaron por el tren.
Un indicador de la gran demanda de viajes en este medio de transporte es la decisión tomada por Renfe el pasado año de incrementar su capacidad disponible con 150.000 plazas extra en sus trenes. Un refuerzo que en trenes AVE en los días punta alcanzó el 20%. Aún con ese incremento, los niveles de ocupación estuvieron por encima del 80% en todos los servicios, llegando casi al 90% en el caso del AVE.
Reducciones drásticas de la movilidad
Todos estos datos chocan con la realidad actual en España. Las medidas de confinamiento adoptadas por el Gobierno han hecho que la reducción de viajes de larga distancia en todos los servicios interprovinciales de Renfe llegue al 98%. Un dato que, en el caso de los Cercanías, alcanza el 94%.
En lo que tiene que ver con la carretera, los desplazamientos de particulares en vehículos ligeros se han reducido un 83%. Este medio de transporte es el que menor bajada experimenta ya que está siendo el más usado por los profesionales de los sectores exentos de la paralización para desplazarse.
Contrasta con el nivel de utilización que están teniendo los autobuses interurbanos. La reducción de pasajeros de esta modalidad de movilidad llega al 96%. Un nivel muy similar al del ferrocarril.
Por último, el avión ha sido el modo de transporte que ha tenido una reducción más gradual durante las dos últimas semanas. La actividad se ha mantenido por la necesidad de transportar ciudadanos extranjeros a sus países de origen y de repatriar españoles de vuelta a nuestras fronteras. Un periodo que ya se da casi por terminado que ha hecho que el número de operaciones se reduzca un 92%.
Así las cosas, la Semana Santa de 2020 quedará irremediablemente marcada en la historia como el periodo en el que menos desplazamientos se desarrollaron por medios de transporte de todo tipo. Para encontrar un frenazo similar, hay que remontarse a los años más crudos de la Guerra Civil. Un dato que evidencia la gravedad de lo ocurrido durante estos días.