Si la situación de Boeing ya era complicada debido a la crisis del 737 MAX, el avión que tuvo dos accidentes mortales a finales de 2018 y 2019, la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha puesto las cosas aún más complicadas al gigante aeronáutico estadounidense. Los resultados económicos del primer trimestre han sido un fiel reflejo de esto. Entre enero y marzo, Boeing ha perdido 641 millones de dólares frente a unas ganancias de 2.149 millones en el mismo periodo del año anterior.
"La pandemia de Covid-19 está afectando todos los aspectos de nuestro negocio, incluida la demanda de los clientes de las aerolíneas, la continuidad de la producción y la estabilidad de la cadena de suministro", dijo el presidente y CEO de Boeing, David Calhoun. "Nuestro prioridad ahora mismo es proteger la salud y la seguridad de nuestros empleados mientras tomamos medidas difíciles pero necesarias para navegar por esta crisis de salud sin precedentes y adaptarnos a las nuevas circunstancias del mercado".
A medida que la pandemia continúa reduciendo el tráfico de pasajeros de las aerolíneas, Boeing está sufriendo por la significativa reducción en la demanda de nuevos aviones. Las aerolíneas retrasan las compras de nuevos aviones, ralentizan los horarios de entrega y difieren el mantenimiento electivo de sus flotas.
Para alinear el negocio con la nueva realidad del mercado, Boeing ha tomando una serie de medidas que incluyen la reducción de las tasas de producción de aviones comerciales. La compañía también anunció una reestructuración organizacional y de liderazgo para racionalizar los roles y responsabilidades, y planea realizar recortes de personal comenzando por bajas voluntarias.
El gigante aeronáutico está intentando asegurar la liquidez a corto plazo entre las que se incluyen la apertura de una línea de crédito, la reducción de costes operativos, la cancelación de sus planes de recompra de acciones y el suspenso de dividendos hasta nuevo aviso.
Del mismo modo, desde la compañía señalan que el acceso a liquidez adicional será fundamental para que Boeing y el sector de fabricación aeroespacial puedan recuperarse. En este sentido, la compañía está explorando activamente todas las opciones disponibles.
"Si bien Covid-19 está agregando una presión sin precedentes a nuestro negocio, seguimos confiando en nuestro futuro a largo plazo", dijo Calhoun. "Continuamos apoyando a nuestros clientes de defensa en sus misiones críticas de seguridad nacional. Estamos progresando hacia el regreso seguro al servicio del 737 MAX, y estamos impulsando la seguridad, la calidad y la excelencia operativa en todo lo que hacemos todos los días".