Si las aerolíneas se paran, el mundo se para. Las restricciones de movilidad impuestas por la práctica totalidad de países del mundo han provocado que el volumen de vuelos se haya reducido drásticamente durante las últimas semanas. En el caso de España, durante marzo esta caída superó el 59%, una tendencia que está yendo a más durante el mes de abril.
Esta situación ha tenido un daño colateral, que ha copado menos titulares que el descenso del número de pasajeros, pero que tiene un efecto para la economía igual de dañino: la reducción de capacidad del transporte de mercancías.
Entre el 40% y el 50% de esta actividad depende de la denominada como "carga de barriga" de los aviones de pasajeros. Las aerolíneas aprovechan el espacio que queda en las bodegas de las aeronaves al margen de las maletas de los pasajeros para transportar carga.
La crisis del coronavirus,lejos de reducir las necesidades de transporte de mercancías, las ha aumentado en una serie de productos, sobre todo en el caso del material sanitario. Y esa falta de vuelos de pasajeros está reduciendo la capacidad aérea de transporte de mercancías significativamente.
En concreto, los datos de mercancías transportadas en marzo en avión revelaron un importante déficit de capacidad a medida. Según los datos de IATA, durante el pasado mes la capacidad de carga mundial se redujo en casi un 23%. Una cifra que choca frente a la tremenda necesidad de transporte de ciertas mercancías que ha generado la crisis del coronavirus.
Modificación de aviones
Ante este contexto, Airbus ha puesto en marcha un programa de modificación de aviones para los modelos A330 y A350 que permitirá a las aerolíneas instalar palets de carga directamente en las vías de los asientos del espacio de la cabina, después de la eliminación de los asientos de clase económica. De esta forma, ampliarían la capacidad de carga de sus aviones.
Un proceso que, una vez retirados los asientos, no tardará más de dos horas. Tras la modificación, los modelos A330-200 podrán transportar 37,5 toneladas; los A330-900, 46,5 toneladas; los A350-900, 42,5 toneladas y los A350-1000, 52,5 toneladas. En todos los casos el aumento de capacidad supera las siete toneladas.
Esta solución pretende ayudar a que las aerolíneas tengan una mayor capacidad de generar negocio en unos meses en los que se espera que el número de pasajeros siga en niveles muy bajos. Así como la demanda de billetes de avión se ha desplomado por las restricciones de movilidad, la de carga sigue estando ahí.
Esta iniciativa ha despertado el interés de varias aerolíneas. Airbus realizó un webinar con sus clientes el pasado 2 abril en el que participaron 1.200 aerolíneas. En estas semanas la compañía ya ha recibido el contacto de 140 empresas interesadas, de las que 20 ya han comenzado los procesos para poner en marcha este tipo de modificaciones.
En este sentido, los modelos elegidos tampoco son casualidad. Tanto el A330 como el A350, son aviones de largo radio y han sido los modelos más señalados por los clientes de Airbus para realizar estas modificaciones. Un abanico de opciones que podrían aumentar en el caso de que lo pidieran las aerolíneas ya que Airbus podría adaptar modelos como el A320, el avión de corto radio más usado del fabricante.
Así las cosas, ante la situación que la crisis del coronavirus ha provocado en el sector aéreo, cada vez vamos a ver más iniciativas impensables hace sólo unos meses. Ante un nivel tan alto de incertidumbre, lo único seguro de la nueva normalidad es que toda opción va a estar sobre la mesa para intentar plantar cara a esta crisis.