Rolls-Royce ha anunciado el despido de unos 9.000 trabajadores en todo el mundo. Esta reducción implica el mayor recorte de plantilla de la compañía en los últimos 30 años y la salida de casi una quinta parte de su fuerza laboral.
El fabricante de motores británico ha informado este miércoles de que este ajuste es consecuencia de la drástica caída de la demanda de la industria de aviación. En este sentido, Rolls-Royce ha asegurado que la demanda de sus motores y servicios aeroespaciales tardará "varios años" en volver a los niveles previos a la pandemia.
Estos recortes afectarán principalmente al área aeroespacial civil del grupo, que se ha visto afectado por la caída de la demanda de los fabricantes de aviones como Airbus y Boeing. En este sentido, desde la industria turística se prevé que el hundimiento de la demanda de viajes aéreos será muy difícil de recuperar.
Plan de ahorro
El director ejecutivo de Rolls-Royce, Warren East, ha explicado que la mayoría de la plantilla susceptible de verse afectada por los recortes está radicada en Reino Unido. Eso sí, ha puntualizado en declaraciones a la BBC que aún no se ha "cerrado por completo" el número de bajas y áreas afectadas. En este sentido ha comentado que todavía está pendiente "consultar con nuestros sindicatos".
La compañía ha implantado en las últimas semanas otras medidas para la contención de costes y gastos de capital. El objetivo está en ahorrar cerca de 1.300 millones de libras esterlinas al año para capear esta crisis con una mayor solvencia financiera. El recorte de plantilla contribuirá en esta cifra en algo más de la mitad, unos 700 millones, según los primeros cálculos.
Las acciones del grupo pierden este miércoles más de un 3% en los primeros compases de negociación de la Bolsa de Londres.