Tras meses de negociaciones, la familia mexicana Amodio se ha convertido en el accionista de referencia de OHL. Villar Mir ha colocado un 16% de la constructora por 50,4 millones de euros. Una operación que duplica la valoración bursátil de los títulos de la empresa en comparación al cierre de ayer. Durante la última jornada la acción bajó hasta los 0,55 euros, rozando su mínimo histórico de 0,51 euros. Hoy las acciones de la constructora se venden a 1,1 euros.
A primera hora de esta mañana, Grupo Villar Mir ha informado mediante un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha suscrito un contrato de compraventa de acciones de OHL con Forjar Capital, S.L. (Forjar Capital) y Solid Rock Capital, S.L., sociedades propiedad de la familia Amodio. En el mismo día de ayer la familia Amodio procedió a la compra de acciones de OHL representativas conjuntamente de un 16% de su capital social a un precio de 1,10 euros por acción, siendo el precio total de 50.432.498,60 euros.
Tras esta operación, la familia mexicana también se ha asegurado un derecho preferencia sobre otro 9% de las acciones de OHL. El acuerdo recoge que podrán hacerse con esta participación a un precio de 1,2 euros por acción hasta noviembre. Los Amodio han estado asesorada por el despacho Pérez Llorca en este proceso.
Tras cerrar la operación, los hermanos Amodio han declarado que decidieron realizar esta operación "convencidos de la posibilidad de devolverle en el corto plazo viabilidad a OHL, reactivar su capacidad financiera y su prestigio empresarial haciendo de la transparencia e integridad valores permanentes para desplegar todo su potencial en el mercado".
"Estamos convencidos de poder aportar toda nuestra experiencia, valores y capacidad para apuntalar el futuro de OHL como un jugador de excelencia global", señalaron Luis y Mauricio Amodio Herrera.
Fin de una era
Esta operación culmina la historia de Villar Mir como socio de referencia de la constructora que comenzó en 1987 con la compra de Obrascón "por una peseta", como él mismo llegó a declarar. A esta empresa se unirían más tarde Huarte y Laín para configurar lo que hoy se conocer como OHL. Un proyecto que, en palabras del propio Villar Mir, llegó a tener una valoración "por encima de los 2.500 millones de euros" y cuya capitalización bursátil ayer cerró por debajo de los 200 millones.
Asiduo durante décadas a los listados de empresarios más exitosos y fortunas más boyantes, Villar Mir ha vivido durante los últimos años muy lejos de aquellos flashes. El directivo fue viendo como los escándalos empresariales y la sombra de la corrupción manchaban su antes inmaculado currículum.
OHL ha sido vinculada, directa o indirectamente, con los casos Lezo, Púnica o Bárcenas. Problemas que han trascendido a nuestras fronteras, ya que, también en México o en el AVE a la Meca, OHL ha sido relacionada con malas praxis. Acusaciones que desde la empresa siempre han negado pero que, al igual que en los escándalos españoles más relevantes, han ido afectando a la antes impoluta imagen de la constructora.
Especialmente dura fue la crisis reputacional generada por Javier López Madrid, yerno de Villar Mir, también conocido como 'compi yogui'. López Madrid se vio apartado del consejo de administración de OHL y, aunque fue recolocado y nombrado presidente de Ferroglobe, se quedó fuera del órgano de gestión de la constructora de su suegro.
Últimos años de decadencia
En lo que se circunscribe al negocio puro y duro de OHL, las cosas no han ido mejor en los últimos años. En 2016, Villar Mir dejó la presidencia de la compañía con el valor de la acción por debajo de los cinco euros, muy lejos de los más de 20 a los que llegó a cotizar en 2014.
Además, durante los últimos años, el Grupo Villar Mir ha tenido que ir perdiendo peso en el accionariado de OHL hasta controlar sólo un testimonial 5% si se confirma la venta de 9% apalabrado con los Amodio. Una empresa que firmó su ejercicio más catastrófico en 2018. OHL registró pérdidas valoradas en 1.529,8 millones de euros durante ese año. Pese a que la empresa ha conseguido llegar a un cierto equilibrio operativo en los últimos meses, sigue sin encontrar la senda del beneficio.
La compañía ha tenido que aflorar importantes descuadres en muchos de sus proyectos mas emblemáticos. Una situación que le ha hecho perder gran parte de su valoración bursátil que llegó a disminuir hasta los 0,51 euros por acción. Además, esta depreciación de su valor, ha llegado a provocar su eliminación de concursos como en el caso de la licitación para la construcción del Centro Judicial de Chillán, en Chile.
Tras meses de especulaciones, el anuncio de hoy cierra simbólicamente la etapa de Villar Mir en OHL. Un final al que le quedan unos importantes flecos. Actualmente, el Grupo Villar Mir adeuda 130 millones a OHL. Durante las próximas semanas deberá clarificarse cómo se ejecuta una deuda que casi duplica el precio conseguido tanto en la venta del actual 16% como del 9% restante.