Markus Braun, quien presentó el pasado viernes su dimisión como consejero delegado de la firma alemana de servicios de pago Wirecard, envuelta en un escándalo tras revelar un 'agujero' contable de 1.900 millones de euros, ha sido arrestado por agentes de la Fiscalía de Múnich ante la sospecha de inflar el balance de la compañía y presentar información falsa.
Braun se presentó en la noche de ayer voluntariamente en las oficinas de la Fiscalía de Múnich, donde fue arrestado y será llevado este martes ante el juez de instrucción para que decida sobre la duración de la detención, según indicó la Fiscalía.
Las autoridades bávaras acusan al ejecutivo de, posiblemente en cooperación con otros actores, presuntamente haber simulado ingresos de la entidad para inflar el negocio de Wirecard y presentar una información financiera más atractiva a inversores y clientes.
Dos bancos filipinos
Las investigaciones se centran en los supuestos saldos bancarios en cuentas de fideicomiso con dos bancos filipinos por más de 1.900 millones de euros, que la junta de Wirecard ha admitido que "con un alto grado de probabilidad no existen".
Markus Braun presentó el pasado viernes su dimisión "con efectos inmediatos" como consejero delegado de la firma alemana de servicios de pago Wirecard, afectada por un escándalo contable tras detectarse un 'agujero' de 1.900 millones de euros en sus cuentas.
Tras la renuncia de Braun, el consejo de supervisión de Wirecard designó a James H. Freis, quien había sido nombrado el pasado jueves como nuevo miembro del consejo de administración de la compañía, "como consejero delegado interino con poder exclusivo de representación".
La cotización de Wirecard recuperaba un 16% este martes, después de haber acumulado en las tres sesiones anteriores un desplome próximo al 90% de su valor.
Wirecard reconoció este lunes que la hipótesis más probable es que los 1.900 millones que no pudieron ser encontrados por el auditor no existan.
"El consejo de administración de Wirecard considera que existe una probabilidad predominante de que no existan saldos de cuentas bancarias por un monto de 1.900 millones de euros", anunció.
Asimismo, la entidad comunicó la retirada de sus cuentas preliminares correspondientes al ejercicio 2019, así como de los resultados provisionales del primer trimestre de 2020 y la cancelación de sus previsiones de resultado bruto de explotación (Ebitda) e ingresos para el ejercicio 2020.
La firma había reconocido la semana pasada que puede haber sido víctima de un fraude "de proporciones considerables" después de anunciar un nuevo retraso en la publicación de sus cuentas anuales como resultado de una irregularidad contable de 1.900 millones de euros.
Wirecard informó de que la firma de auditoría EY no había encontrado "suficientes pruebas" de que los balances de efectivo en las cuentas fiduciarias de la empresa contaran con 1.900 millones de euros, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía.