Las empresas no financieras cerraron el primer trimestre del año con una fuerte caída del 63% en su resultado ordinario neto en comparación con el mismo período del año anterior, cuando creció un 9,7%, según datos de la central de balances del Banco de España.
Este efecto se produjo por solo 15 días, los correspondientes a las segunda mitad de marzo que fueron aquellos en los que se declaró el estado de alarma por el Covid-19.
El documento apunta que, a pesar de la caída de los gastos financieros, el "brusco" descenso del resultado ordinario neto es consecuencia de la fuerte contracción de la actividad que motivó una "disminución muy pronunciada de la rentabilidad".
Asimismo, el informe del Banco de España explica que los gastos e ingresos atípicos, junto con los pagos por el impuesto sobre sociedades, "ejercieron un impacto negativo adicional sobre el resultado del ejercicio", que llevaron a que este excedente presentara valores ligeramente negativos.
El resultado del ejercicio, expresado en porcentaje del valor añadido bruto (VAB), se situó en una cifra negativa del 0,4% al cierre del primer trimestre del año, en comparación con el 15% positivo contabilizado en el mismo período del año pasado.
La Central de Balances apunta que los ingresos financieros experimentaron un retroceso trimestral del 36,5%, mientras que los gastos financieros bajaron un 17,5% en dicho período. Además, el valor añadido bruto se situó en el -14,9%, frente la cifra positiva del 1,5% contabilizada un año antes.
Además, el documento indica que el descenso de los beneficios ordinarios propició que las ratios agregadas de rentabilidad ordinaria se redujeran drásticamente, hasta algo más de 1,5 puntos la del activo y casi 2,5 puntos la de los recursos propios, situándose en un 1,5% y un 1,4%, respectivamente.
Caída del empleo
Las empresas no financieras experimentaron una reducción trimestral del 0,5% en el volumen de empleo, principalmente por el efecto más acusado de recorte de plantilla experimentado al cierre del trimestre.
El documento del Banco de España apunta que la caída del empleo se concentró principalmente entre los trabajadores temporales, con un desplome del 9,4%, mientras que el personal fijo creció un 1,3% en el trimestre en comparación con el aumento del 0,9% del mismo período del año previo.
Así, el porcentaje de empresas que destruyeron empleo, en términos de la media del trimestre, se elevó en más de 4,5 puntos porcentuales en comparación con un año antes, situándose casi en un 41%. El descenso del empleo se concentró en las ramas de información y comunicaciones y de la industria y de energía.
Por otro lado, los gastos de personal experimentaron un retroceso del 0,3% en los tres primeros meses del año en la comparativa interanual, lo que se explica por la bajada de las remuneraciones de los trabajadores y por el descenso de las plantillas.