Duro Felguera consigue dar un paso clave en la resolución de los problemas financieros en Australia. La compañía ha anunciado este miércoles que la administración voluntaria de su filial en el país oceánico ha conseguido sacar adelante "por unanimidad" su convenio de acreedores.

El convenio, que se ha redactado conforme la regulación australiana, cuenta con el respaldo de todos los acreedores de la filial. Así se ha explicado en una información privilegiada remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al cierre de la sesión bursátil de hoy. 

En lo que respecta a la cabecera española del grupo Duro Felguera, la compañía ha explicado que "ha renunciado a un crédito a su favor por importe aproximado de 870.000 euros al cambio, que quedó provisionado en el ejercicio 2019". Además, los pasivos de la Duro Felguera Australia (DFA) "serán liquidados exclusivamente con los activos" de esta filial.

"Elimina la incertidumbre"

A consecuencia de la aprobación unánime del consejo, los administradores de la filial australiana "no iniciarán acción alguna de reintegración" en relación con los pagos realizados por importe de 60,1 millones de euros a la matriz española entre los meses de septiembre y noviembre de 2019 en concepto de devolución del préstamo que esta última le había concedido.

El comunicado remitido al supervisor especifica que "la aprobación de este convenio de acreedores es firme y definitiva", de manera que la compañía defiende que "elimina la incertidumbre sobre el eventual reintegro de cantidades contra la matriz". Un riesgo que había quedado recogido en las cuentas anuales del ejercicio 2019 del grupo de ingeniería asturiano.

A pesar de las circunstancias descritas, "dado que el 28 de febrero de 2020 se produjo la salida de DFA del control y del perímetro de consolidación del grupo, la aprobación no va a tener ningún impacto económico en Duro Felguera".

Este miércoles, Duro Felguera cedía un 2,2% en bolsa, hasta los 0,47 euros por acción. Este era el comportamiento del mercado solo un día después de que su presidenta defendiera públicamente la conveniencia de acudir al plan de rescate estatal para empresas a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).