El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ha dejado la puerta abierta a buscar nuevas alianzas cuando el acuerdo de bancaseguros que la entidad mantiene con Bankia llegue a su fin tras la fusión con CaixaBank. Del mismo modo, confía en la solvencia y la liquidez de la compañía para devolver el dividendo a sus accionistas.
“Ha sido un largo idilio de 22 años, el acuerdo de bancaseguros más longevo. Para nosotros ha sido un acuerdo exitoso, fraternal en los negocios y muy satisfactorio para ambos grupos, pero entendemos que las relaciones tienen contratos y se prevén cláusulas de salida por causas como, en este caso, un cambio de control”, ha explicado Huertas.
En este sentido, indica que los abogados de Mapfre, cuando se cierre la fusión entre CaixaBank y Bankia, “podrán negociar en base a esos contratos”. El directivo recuerda que, pese a la pérdida de ese negocio, “el mundo no se acaba ahí”, indicando que Bankia representa el 2% de sus primas mundiales y entre el 6% y el 7% en España.
Abierto a oportunidades
En este sentido, se ha mostrado convencido de que la compañía que preside podrá complementar ese negocio que le dejará de llegar en los próximos años. “Siempre hay oportunidades”, ha destacado Huertas durante su intervención en el XI Encuentro del Sector Financiero organizado por KPMG y Expansión.
El presidente de Mapfre ha recordado, en este sentido, el acuerdo alcanzado el pasado año con Banco Santander para distribuir en exclusiva y que recientemente se ha extendido a Portugal. “También tenemos acuerdos con Bankinter, CCM (dentro de Liberbank)… y estamos abiertos a oportunidades, pues somos una empresa multicanal y también hay otros jugadores retail y el negocio digital para crecer en distribución”, ha expresado.
Del mismo modo, ha recordado que el acuerdo para que sus agentes distribuyan productos de Bankia en algunas de sus 3.000 oficinas en España, también acabará automáticamente cuando se formalice la ruptura entre ambas entidades.
Antonio Huertas también se ha pronunciado sobre el proceso de reestructuración de participaciones internacionales llevado a cabo en los últimos años. Según indica, se trata de un “proceso continuo”, por lo que no descarta salir de determinadas geografías que no sean lo suficientemente rentables para la compañía, así como entrar en otros nuevos mercados para crecer tanto orgánica como inorgánicamente.
Apuesta por el dividendo
Huertas también ha respondido a la nueva llamada a la prudencia sobre el futuro reparto de dividendos en el sector, que hoy mismo ha llegado desde la propia Dirección General de Seguros. El presidente de Mapfre asegura que “entendemos perfectamente esa posición de los supervisores, porque el año está siendo muy convulso y las incertidumbres son enormes”.
Sin embargo, ha calificado de “magnífica” la posición de liquidez y de solvencia de Mapfre, este último ratio situado en el 184%, muy por encima de los objetivos fijados por el consejo de administración de la compañía.
En este sentido, aboga por basarse en estos criterios de solidez para poder repartir dividendos. “Las compañías no son de cuatro personas ricas, sino, en el caso de Mapfre, de 175.000 accionistas que son en su mayoría pequeños ahorradores que esperan como agua de mayo el dividendo”, indica Huertas.
El consejo de administración de la aseguradora decidió el pasado mes de mayo posponer su decisión sobre el dividendo hasta la segunda parte del ejercicio, cuando esperaba disponer de una información más precisa sobre el impacto económico para Mapfre del Covid-19.
Mapfre presentará el próximo 30 de octubre los resultados correspondientes al tercer trimestre del año y será entonces cuando el consejo de administración tenga la oportunidad de pronunciarse sobre el dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio.