La producción de acería de Acerinox a cierre del tercer trimestre registró una caída del 9% respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone una moderación del hundimiento del 26% que experimentó su actividad en el segundo trimestre del año.
Esta evolución del negocio responde a la recuperación progresiva de la actividad tras el confinamiento decretado por la mayoría de países del mundo en los que opera, que supuso el cierre de alguna de sus fábricas para contener la propagación del virus.
"El mayor impacto en la producción de acería se dio en el segundo trimestre, con el cierre de algunas de nuestras fábricas, aunque la caída se ha ido moderando desde el 26% que retrocedió en el segundo trimestre al 9% acumulado al cierre del tercer trimestre", ha explicado Miranda.
Retrasar inversiones
De igual forma que ha afectado a la producción, la crisis sanitaria también ha provocado que Acerinox haya decidido retrasar las inversiones encaminadas a aumentar su capacidad productiva, debido a la incertidumbre en la que está sumida el conjunto de la economía mundial.
En concreto, según ha detallado el consejero delegado de la firma acerera, Bernardo Velázquez, también asistente al encuentro, las inversiones rondarán este año los 94 millones de euros, por debajo de los más de 120 millones invertidos el año pasado.
Este año, el volumen inversor se dirigirá fundamentalmente a las inversiones anteriores y pendientes de cerrar, que cuentan con un periodo de vida de tres años, así como al mantenimiento de los equipos de todas sus fábricas que lo hayan necesitado.
"Invertir en más capacidad ahora no tiene mucho sentido, por lo que estas inversiones se han retrasado para cuando se puedan volver a llevar a cabo, aunque sí seguimos manteniendo las inversiones pendientes y las destinadas al mantenimiento de equipos", ha añadido Velázquez.
Priorizar la liquidez
A cierre del primer semestre, la liquidez de Acerinox ascendía a 1.734 millones de euros y el objetivo es seguir incrementándola el resto del año a través de un criterio de "prudencia financiera", aunque sin descartar seguir estudiando inversiones en energía fotovoltaica y eólica, así como en el hidrógeno.
En este contexto, la compañía asegura haber reducido sus costes energéticos hasta los 40 euros megavatios hora (MWh), algo que considera "bastante razonable", gracias a sus contratos a largo plazo y los descuentos que tiene sobre el precio del 'pool'.
Con este nivel de liquidez y generación de caja, la compañía propondrá este jueves en la junta general de accionistas la distribución de un dividendo de 0,5 euros por acción el próximo mes de diciembre, que incluye 0,10 euros como devolución en concepto de prima de emisión.