A la gran empresa le preocupa tanto la crisis provocada por la pandemia como el 'virus' de la crispación del que se ha contagiado la clase política. El XIX Congreso de Directivos organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) se convirtió este miércoles en un auténtico 'tirón de orejas' por parte de los empresarios, que urgieron a los representantes públicos a huir de "divisiones" y buscar "consensos" para responder a los efectos de la Covid-19.
El evento, celebrado de forma presencial en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, reunió a una nutrida representación de los grandes empresarios y ejecutivos del país.
Entre otros, participaron José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España; Antonio Garamendi, presidente de la CEOE; Cristina Garmendia, presidenta de la Fundación COTEC; Ángel Simón, vicepresidente ejecutivo de Suez; José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica; Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; Juan Roig, presidente de Mercadona; o el magnate mexicano Carlos Slim, fundador del Grupo Carso.
La clausura, presidida por el Rey Felipe VI, corrió a cargo de Isidro Fainé, presidente de la Fundación CEDE; Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital; y Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana.
El primero en lanzar el mensaje fue José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España. Lo hizo con rotundidad: “El Estado tiene que estar al servicio de la gente y no perderse en divisiones. Basta de ensoñaciones y demagogias, vayamos a salvar a la gente”, aseveró el dirigente.
'Jugar' a la moderación
Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), se sumó a la reclamación de Bonet. Recordó que, durante el estado de alarma, los empresarios “llegaron a seis acuerdos muy complicados gracias al diálogo social”. “Eso es lo que sabemos hacer los empresarios y lo que pedimos a nuestros políticos, que 'jueguen' a la moderación”, reclamó.
La gran 'bronca' en la que se ha visto inmerso el Estado durante los últimos meses, en particular las sonadas discrepancias entre el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid ante las medidas a adoptar para contener la pandemia, no parecen haber gustado nada a los empresarios.
En esta línea, Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa y de la Fundación CEDE, reclamó “consensos políticos” que permitan “reformas estructurales amplias, profundas y estables”. A su juicio, el acceso a los fondos europeos para paliar los efectos de la pandemia depende en buena medida de que se produzcan grandes pactos de Estado. “Es lo que va a exigir la Unión Europea”, señaló.
Por ello instó a políticos y directivos a explorar “todas las posibilidades” y a “dejarse la piel” en los proyectos para lograr estos fondos. “Va mucho más allá de los recursos financieros. Está en juego la imagen, la reputación y la relevancia internacional de las empresas españolas”, advirtió. “Solo hay que confiar en la racionalidad de los líderes políticos”, ironizó sobre la clase política, a la que reclamó “que esté a la altura de las circunstancias, que ponga su trabajo al servicio del país”.
José Ignacio Goirigolzarri coincidió en que los fondos europeos son una gran oportunidad para España. “Estamos ante una situación única: tenemos la oportunidad de transformar las debilidades de nuestra economía. Sería una irresponsabilidad no aprovecharlos, invertirlos en proyectos que creen riqueza”, afirmó el presidente de Bankia.
Lo hizo en su diálogo con Juan Roig, presidente de Mercadona, quien discrepó sobre tal cuestión. "Yo no les doy la importancia que se les da", dijo, y agregó que "esto lo va a sacar adelante la empresa privada". "Lo que hay que hacer es ponerle un buen marco", reclamó.
En lo que sí coincidieron fue en criticar la inacción a la espera de la ansiada vacuna. "Hablar tanto de la vacuna es malo. No focalizamos en las cosas en las que sí podemos influir, nos hace fatalistas concentrar las esperanzas en la vacuna", afirmó Goirigolzarri.
Roig hizo suya esta idea y comparó el escenario con "hacer un túnel para atravesar el Himalaya". "Estamos dentro del túnel, no sabemos lo profundo que será ni lo que costará", indicó, y subrayó que la situación exige liderazgo y trabajo a los políticos, empresarios y directivos. "Empieza a picar y no te gires", recomendó. "Menos hablar de la vacuna y más 'pico y pala'", reclamó.
Digitalización
En la ponencia ‘Cómo afrontar la transformación de las organizaciones’, en la que participaron el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ambos alertaron al Gobierno de cambios que han venido para quedarse con la pandemia.
Álvarez-Pallete advirtió de que la digitalización “ha avanzado entre 3 y 5 años de golpe” y “va a generar desigualdades” entre empresas y trabajadores. Por ello instó a compañías y administraciones a “invertir en que nadie se quede atrás”.
Francisco Reynés coincidió en que la Covid-19 “ha acelerado la transformación de muchas habilidades”. “Hay que reformarse para ser compatibles con el mundo que viene, en materia de digitalización, sostenibilidad energética…”, enumeró.
Incluso el magnate Carlos Slim, presidente de Grupo Carso, reflexionó sobre el rol político de España. Preguntado sobre la percepción en México de nuestro país, lo enmarcó en el contexto europeo, un continente “al que le cuesta hacer cambios”, según afirmó. “Es importante que España no se quede atrás, que haga como EEUU, que siempre ha sabido reinventarse, o como está haciendo muy bien Asia”, recomendó.