La firma automovilística Nissan obtuvo unas pérdidas netas de 330.000 millones de yenes (unos 2.415 millones de euros al cambio actual) durante el primer semestre de su año fiscal (que termina en septiembre), en comparación con los 65.400 millones de yenes (526 millones de euros) que ganó en el mismo periodo de 2019.
Tal como ha explicado el consejero delegado de la compañía, Makoto Uchida, a pesar del contexto "incierto" debido a la crisis del coronavirus, Nissan ha mejorado sus datos en su segundo trimestre, gracias a una mayor disciplina financiera y a mejorar la calidad de sus ventas.
Según datos de la firma, Nissan facturó entre abril y septiembre 3,09 billones de yenes (24.890 millones de euros), un 38% menos que los 5 billones de yenes (40.260 millones de euros) que ingresó durante los mismos meses del ejercicio precedente.
De esta manera, el fabricante de vehículos registró unas pérdidas operativas de 158.800 millones de yenes (1.278 millones de euros), en comparación con los 31.600 millones de yenes (255 millones de euros) que ganó en el primer semestre del año fiscal 2019-2020.
"En el futuro, continuaremos fortaleciendo nuestros esfuerzos para racionalizar el negocio, mientras mejoramos las capacidades de nuestros productos y actualizamos nuestra línea de productos para proporcionar valor único para nuestros clientes", ha subrayado Uchida.
De cara al cierre de año, la empresa ha mejorado sus previsiones y ahora espera vender un total de más de 4,16 millones de vehículos en todo el mundo, por lo que ingresará hasta 7,94 billones de yenes (63.930 millones de euros) y registrará unas pérdidas netas de 615.000 millones de yenes (4.951 millones de euros).
Impacto en Renault
Con estos datos, el también grupo automovilístico Renault ha anunciado que Nissan ha contribuido de forma negativa a sus resultados durante el tercer trimestre de este año, con unas pérdidas de 30 millones de euros.
Esto debido a que Renault y Nissan forman desde hace más de tres décadas una alianza estratégica a través de la que el grupo francés posee más del 40% de las acciones de Nissan, mientras que la firma asiática dispone de un 15% de los títulos de la marca del rombo.