España ha conseguido hacerse fuerte como segundo productor automovilístico de la Unión Europea. Ahora que llega la mayor transformación de la historia de esta industria, lejos de levantar el pie del acelerador el objetivo es pisarlo a fondo.
En este contexto, Seat, Iberdrola y Telefónica han puesto en marcha el proyecto F3 (Future, Fast, Forward). Un ambicioso plan a diez años que persigue convertir a España en un polo europeo de la producción del coche eléctrico y conectado, de la mano de los fondos europeos que comenzarán a llegar a España durante este año.
Según ha podido confirmar Invertia, el proyecto liderado por la marca automovilística española, pretende abrir una nueva era de producción de coches eléctricos y conectados con 5G. Una iniciativa que cuenta con el respaldo total del Gobierno a través del Ministerio de Industria.
F3 se enmarca en los grandes planes que ha presentado la industria española a Bruselas para optar a parte de los 140.000 millones que recibirá España en los próximos años. En él, Seat aglutinará el conjunto de las iniciativas centradas en la producción de los coches de nueva generación. Iberdrola, por su parte, aportará el suministro de energía limpia y el desarrollo de la infraestructura de carga y de la planta de baterías. Una parte en la que Ingeteam también podría tener un papel importante.
Por su parte, Telefónica proporcionará las redes de 5G y el conocimiento en la gestión de big data que permitirá poner en marcha la conectividad de los futuros vehículos. Además, Gestamp desempeñaría un papel clave en la parte de componentes, donde también participarán otros actores importantes del ecosistema de la automoción.
En este sentido, F3 pretende tener presencia en toda la cadena valor con especial atención a la industria auxiliar. Para ello se prevé la creación de una fábrica de baterías, acondicionar las plantas ya existentes a las necesidades del coche eléctrico, expandir la red de puntos de recarga eléctrica, poner en marcha una industria de componentes totalmente desconocida hasta ahora y desarrollar la infraestructura 5G necesaria para que los coches conectados se desplacen por todo el territorio nacional.
La primera gran fábrica de baterías
La iniciativa también busca tener un impacto sin precedentes en las pymes españolas del sector de la automoción. Las fuentes consultadas por Invertia señalan que el 50% de todo el proyecto lo desarrollarán pequeñas y medianas empresas de nuestro país dando un enorme impulso al tejido productivo local.
En este sentido, la primera piedra del proyecto se conoció este jueves tras el anuncio de la ministra de Industria, Reyes Maroto, de la puesta en marcha de la primera fábrica española de baterías para coches eléctricos, fruto del acuerdo entre Seat e Iberdrola.
Un proyecto que sólo es una pieza del rompecabezas conformado en F3. De hecho, en la visita de este viernes del Rey Felipe VI y Pedro Sánchez a la fábrica de Seat en Martorell, se podrían dar a conocer más detalles del proyecto de electrificación del grupo Volkswagen en España ya que allí estará su CEO, Herbert Diess.
Y es que, F3 implica crear una fábrica de baterías, pero también acondicionar Martorell para fabricar los futuros coches eléctricos.
La primera etapa de este macroplan se desarrollará entre el año 2021 y el 2023 con la preparación del ecosistema. Una vez consolidada esta posición, entre 2023 al 2026, llegaría el turno de impulsar el coche eléctrico conectado con producción real. Por último, entre 2026 y 2030 llegaría el momento de sacar el máximo potencial a F3 en el marco de las ciudades conectadas.
El resultado de meses de negociaciones
Este proyecto se enmarca en el contexto de las negociaciones entre el Gobierno y el consorcio automovilístico alemán que buscaban asegurar que España tuviera un papel tan relevante como el actual en la futura estrategia eléctrica del grupo. En este proyecto, la planta de Martorell va a desempeñar un papel fundamental, pero también está en juego la posición que tendrá la fábrica navarra de Landaben del grupo Volkswagen, así como una gran carga de trabajo para la industria auxiliar española.
Por ello, se espera que, además de más detalles sobre el proyecto de las baterías, Volkswagen y Seat comuniquen parte de su estrategia para la producción de sus modelos 100% eléctricos en territorio español. Un paso para el que será necesario llevar a cabo importantes actuaciones en las plantas del grupo para adecuar las instalaciones a los nuevos modelos.
En este punto, el papel de Telefónica gana especial relevancia ya que la digitalización tanto de la planta como de todo lo que rodea al vehículo conectado va a ser clave en la nueva era que arranca en la industria de la automoción. Los vehículos, además de eléctricos, cada vez van a ser más inteligentes. Este componente digital va a desempeñar un papel crucial en el proceso industrial.
El coche conectado abre la puerta a los fabricantes a conocer, en tiempo real, la evolución de todos los elementos de cada vehículo. Gracias a esta capa de inteligencia, los procesos industriales podrán iterar más rápido y el mantenimiento podrá ser mucho más predictivo que en la actualidad. En este sentido, elementos como los gemelos digitales van a formar parte del día a día las compañías industriales.
Baterías, la pieza clave del rompecabezas
Dentro del puzle que conforma este proyecto la pieza de las baterías será la más importante gracias a su efecto ancla. Desde la industria llevan años reclamando la necesidad de que España cuente con un proyecto de envergadura en este sentido que ahora, por fin, toma forma.
La operación soñada desde el Ministerio de Industria buscaba que el proyecto de la primera gran planta de baterías que se levantara en suelo español encajara con los planes de futuro de alguno de los grupos con factorías en España. La entrada del grupo Volkswagen en este proyecto, de la mano de Seat, garantiza este punto y abre la puerta a que, además de Martorell, su planta de Landaben en Navarra cuente con componentes de este centro en el futuro, lo que le permitirá optar a la asignación por parte del grupo alemán de modelos 100% eléctricos.
Una idea que el presidente de Seat ya esgrimió hace unas semanas. "Sería importante realizar no sólo el ensamblaje de baterías aquí. Tenemos que intentar tener toda la cadena de valor de este proceso industrial de las baterías. Una instalación de este tipo tendría capacidad para suministrar componentes para más de un fabricante", señaló Griffiths durante la celebración del tercer aniversario de Cupra.
Para terminar de cuadrar el círculo, desde hace meses se especula con la conexión que puede tener esta iniciativa con los yacimientos de Litio existentes en Extremadura. Al ser preguntado por esta cuestión David Valls, CEO de Infinity Lithium España, de la mina de San José Valdeflórez, ha señalado que "el consorcio público-privado cuya creación ha sido anunciada por Reyes Maroto está centrado, por el momento, únicamente en una parte de la cadena de valor: la creación de baterías para el vehículo eléctrico".
"Por tanto, no incluyen en el mismo la fase de extracción de materias primas a la que pertenecería a nuestro proyecto. Esto, sin embargo, "no significa que no pueda existir una ampliación del mismo a esta fase en el futuro", según Valls.
En opinión del directivo, "la creación de este tipo de colaboraciones es fundamental para dar un impulso a la transición energética, ya que demuestra el compromiso de la administración pública con este sector y con estos proyectos, lo que a su vez atrae una mayor cantidad de fondos europeos y permite un desarrollo más rápido de la nueva movilidad. Otro ejemplo claro de esto es nuestra colaboración con Innoenergy, que sigue el mismo modelo que el anunciado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, solo que en este caso sí que incluye todo el proceso de la cadena de valor, desde la extracción de la materia prima, hasta su transformación y posterior reciclaje".
Inversión milmillonaria
Las fuentes consultadas por este diario no han querido pronosticar la cuantía económica de este proyecto, pero es obvio que supondrá varios miles de millones de euros de inversión. De hecho, en la propuesta para captar fondos europeos enviada a Bruselas se comprometieron 3.750 millones para el Plan de Impulso a la cadena de valor de la Industria de la Automoción, hacia una movilidad Sostenible y Conectada.
Sin embargo, F3 podría aglutinar una inversión mayor ya que incluiría parte de los fondos solicitados por Seat, Iberdrola y Telefónica a Europa. En este contexto, las líneas maestras de la fábrica de baterías, coinciden en concepto con una de las iniciativas propuestas por la Generalitat al Gobierno en el marco de los fondos de recuperación europeos. El denominado como Battery Hub pretendía arrancar ya en 2021 con una inversión inicial de 16,5 millones.
Un proyecto que perseguía reforzar la cadena de valor de la industria en Cataluña aprovechando el coche eléctrico para acelerar el proceso de transformación de las compañías auxiliares. Tanto es así que la inversión total prevista superaba los 6.000 millones que la Generalitat quería captar de los fondos europeos Next Generation.
Así las cosas, se espera que, en las próximas horas, los distintos involucrados ofrezcan más detalles sobre este proyecto. Las intervenciones del Rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la plana mayor del grupo Volkswagen, previstas para la mañana del viernes destaparán más detalles.
Lo que sí sabemos es que España ya cuenta con un proyecto destinado a convertirse en la primera piedra de la futura industria del automóvil española. Un sector que, a partir de ahora, hablará menos de combustibles fósiles y más de electricidad y conectividad.
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