Hay vacaciones… y vacaciones inolvidables. Para disfrutar plenamente de unos días de asueto con la máxima libertad y para dejar en el olvido, aunque sea por unos días, todas las preocupaciones de la rutina diaria, hay destinos que ofrecen una absoluta desconexión, todas las comodidades y que ponen en la mano la más variada oferta de ocio para grandes y pequeños. Es ahí donde se marca la diferencia.
Porque generalmente, la misma elección del destino ya es un rompecabezas para muchas familias o grupos de amigos, sobre todo si hay niños o adolescentes de por medio. Cada grupo de edad tiene una querencia determinada y es por ello que lugares como Tenerife se posicionan como un lugar perfecto para todos ellos. La isla reúne todas las condiciones para hacer todo tipo de planes: desde la playa, omnipresente en nuestra imagen del archipiélago, como la naturaleza, la gastronomía, la cultura o los lugares de fiesta.
Todos los destinos caben en este privilegiado lugar. Y, afinando aún más, el hotel Bitácora es la mejor elección para disfrutar de todas esas comodidades e incluso con alguna sorpresa adicional. El establecimiento ya era uno de los más afamados de la isla pero es que, de cara a este verano, ha abierto sus puertas tras unos meses de profunda renovación con la que ha actualizado sus instalaciones. Ahora estrena un nuevo estilo en sus servicios y en su aspecto, cuya nueva imagen responde a la visión del director de arte canario Lauro Samblás.
Nuevo concepto de hotel
Este nuevo concepto del responsable de campañas para marcas como Adidas o Gucci otorga un aire futurista a los espacios, con formas geométricas, vivos estampados y colores fluorescentes que acompañan al cliente y hacen su experiencia aún más agradable. Es el objetivo: que una vez que entre al hotel Bitácora, ya solo se preocupe de disfrutar, tanto él como todos sus acompañantes.
Y puede que el público más exigente en este sentido sea el infantil o el adolescente. Aunque el sempiterno buen tiempo de la isla invita a hacer todo tipo de actividades en el exterior, lo que marca la diferencia en una estancia hotelera es el abanico de opciones que existe dentro del alojamiento. Por eso, el Bitácora ha puesto en marcha todo tipo de iniciativas para que los menores disfruten y los padres descansen.
El hotel Bitácora tiene seis piscinas, cada una con una tipología para adaptarse a todo tipo de perfil de cliente. Pero hay una que parece especialmente indicada para los niños, con toboganes de diferentes niveles que la hacen apta para cualquier franja de edad.
Asimismo, el establecimiento también cuenta con un kids club, un espacio pensado para entretener a los jóvenes de cuatro años en adelante. Pero yendo más allá, el hotel Bitácora ha querido ampliar el horario en el que está abierto el club, que tradicionalmente solía echar el cierre a las seis de la tarde. Por eso, y pensando en conceder a los padres tiempo para una cena más tranquila o romántica, ha creado un espacio exclusivo que, bajo el nombre de 'Donde duermen los dragos', los niños pueden disfrutar de actividades creativas bajo la supervisión de monitores especializados.
Para los adolescentes de 12 a 16 años, que buscan ya algo más, la dirección del Bitácora también ha creado un espacio relevante enfocado en su ocio. Se trata de 'The Box', una sala con DJ, billares y videojuegos que permite a las personas de entre 12 y 16 años socializar entre sí en un entorno que no es ni "el rollo del club infantil ni el que supone estar todo el día con mis padres" según afirma Carlos, de 15 años, uno de estos exigentes clientes que, por fin, tienen un espacio a su medida.
La mejor oferta también para adultos
Lo que es cierto es que este abanico de opciones se agradece, especialmente en un verano que aún está marcado por todas las restricciones y peculiaridades a las que ha obligado la pandemia. Se trata del segundo año en el que el turismo ha cambiado y por eso, todo lo que ofrece una isla como Tenerife ha cobrado aún mayor protagonismo, sobre todo para el visitante nacional.
Al margen de encontrar todas las comodidades para niños y adolescentes, los adultos también tienen todo tipo de argumentos para alojarse en el nuevo hotel Bitácora, porque para ellos hay dos zonas de spa. También está Up!, una azotea exclusiva con piscina infinity propia, jacuzzi y hamacas. Y todo eso, con una oferta gastronómica muy completa gracias a los distintos bares y restaurantes en los que degustar la mejor comida o refrescarse con todo tipo de cócteles.
Los más activos también pueden hasta practicar surf. Sí, por supuesto que esta actividad es la reina en una de las playas cercanas pero el Bitácora también ha puesto énfasis en promocionar este deporte a través de la asociación con una escuela de la zona para facilitar cursos para todos los niveles y alquiler de material para sus clientes e incluso ha incorporado en la zona de piscinas vestuarios específicos para surferos donde ducharse, limpiar las tablas y hasta guardarlas en una taquilla personal.