"No hay sector digital sin los chips. Y en este preciso momento, líneas enteras de producción ya están funcionando a medio gas, a pesar de la creciente demanda, por la escasez de semiconductores. Aunque la demanda mundial se ha disparado, la cuota de Europa en toda la cadena de valor se ha reducido. Dependemos de los chips de vanguardia fabricados en Asia", avisa la presidenta de la Comisión Europea. 

"No es, por lo tanto, sólo una cuestión de nuestra competitividad, sino que se trata también de una cuestión de soberanía tecnológica, así que hay que prestarle toda la atención que merece. Presentaremos una nueva Ley Europea de Chips. Necesitamos conectar nuestras capacidades de investigación, diseño y ensayo, que se encuentran en la vanguardia mundial", sostiene Von der Leyen.

A su juicio, el objetivo debe ser crear conjuntamente un ecosistema de chips europeo de última generación, que incluya su fabricación. Eso garantizará la seguridad de suministro y desarrollará nuevos mercados para la tecnología puntera europea. Von der Leyen admite que se trata de una "tarea hercúlea", pero pide a los Gobiernos ser "audaces" para que la UE se convierta en líder mundial en semiconductores.

Para el comisario de Industria, el francés Thierry Breton, la Ley Europea de Chips debe coordinar los esfuerzos nacionales que ya están realizando los Estados miembros. "También proporcionará un marco para evitar una carrera de subvenciones nacionales que fragmente el mercado único, establecerá las condiciones para proteger los intereses europeos y colocará a Europa firmemente en el panorama geopolítico mundial", ha dicho.

A su juicio, la nueva norma debe abarcar tres dimensiones: una estrategia europea de investigación de semiconductores; un plan colectivo para mejorar la capacidad de producción europea, con el desarrollo de "megafábricas"; y un marco para la cooperación y asociación internacionales. Todo ello debe financiarse con un Fondo Europeo de Semiconductores, cuya dotación Breton no ha aclarado pero que la industria cifra en al menos 20.000 millones de euros. 

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PLAN CONTRA LAS SOCIEDADES PANTALLA: "Pedir a las grandes empresas que paguen los impuestos que les corresponden no es sólo una cuestión de finanzas públicas, sino sobre todo una cuestión elemental de justicia", sostiene Von der Leyen. Bruselas prepara un nuevo plan para acabar con la ingeniería fiscal y la elusión tributaria mediante el abuso de sociedades pantalla. La presidenta asegura que hará todo lo que esté en su mano para cerrar el acuerdo del G-20 que pretende fijar un tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades. Un pacto al que ahora mismo se oponen tres Estados miembros: Irlanda, Hungría y Estonia.

PROHIBIR LOS PRODUCTOS FRUTO DEL TRABAJO FORZADO: "Que a nadie le quepa ninguna duda: hacer negocios y comerciar por todo el planeta es algo bueno y necesario, pero no puede hacerse a costa de la dignidad y la libertad de las personas", ha resaltado la presidenta. Según las cifras de Bruselas, ahora mismo hay 25 millones de personas en todo el mundo forzadas a trabajar bajo amenazas o coacciones. "No podemos aceptar que se les obligue a fabricar productos y que esos productos acaben vendiéndose aquí en Europa. Por eso propondremos la prohibición en nuestro mercado de productos que sean fruto del trabajo forzado", ha anunciado Von der Leyen.

ERASMUS DE PRÁCTICAS LABORALES PARA LOS JÓVENES: "Europa necesita a toda su juventud. Debemos reforzar nuestra ayuda a aquellos que se escurren entre las mallas de la red, a los que no tienen trabajo, ni estudian, ni se forman". La presidenta ha anunciado la puesta en marcha de un nuevo programa que se llamará ALMA y cuyo objetivo es brindar a estos jóvenes la posibilidad de tener una experiencia profesional temporal en otro Estado miembro. Una especie de Erasmus de prácticas laborales para adquirir competencias, crear vínculos y forjar una identidad europea. Además, 2022 será declarado año de la juventud europea.

FONDO CONTRA LA POBREZA ENERGÉTICA: Von der Leyen no ha abordado en su discurso la subida del precio de la electricidad en toda la Unión Europea, pero sí ha insistido en la necesidad de acelerar el recorte de emisiones de efecto invernadero y la lucha contra el cambio climático. En paralelo, la presidenta pide asistir a los 34 millones de europeos que sufren pobreza energética. La Comisión ya ha propuesto crear un nuevo Fondo Social para el Clima dotado con 72.200 millones para el periodo 2025-2032, de los que 7.600 serían para España. Bruselas aumentará además la ayuda internacional para combatir el cambio climático en 4.000 millones de euros de aquí a 2027.