La movilidad ha adquirido gran importancia en los últimos años por su papel clave en asuntos globales tales como la descarbonización y la lucha contra el cambio climático. El transporte es uno de los mayores focos de contaminación y desde hace tiempo se plantean alternativas para el futuro que apuestan por el transporte público y la descongestión de las ciudades.
Según la Organización Mundial de la Salud, 9 de cada 10 personas respiran aire altamente contaminado y, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, en España se producen cada año más de 33.000 muertes prematuras a causa de la mala calidad del aire. Datos que confirman algo que se puso en evidencia durante los primeros meses de la pandemia: la reducción del transporte tuvo unos beneficios casi inmediatos sobre el ambiente en ciudades de todo el mundo.
En la actualidad, la mitad de la población mundial vive en entornos urbanos, pero los datos de Naciones Unidas prevén que, para 2030, el 60% de la población vivirá en ciudades. Las previsiones estiman que este crecimiento de la población también supondrá un mayor número de coches (si España sigue la tendencia actual, en 10 años habrá un 50% más de vehículos privados).
Para frenar este vaticinio, los agentes sociales buscan soluciones para crear urbes limpias y orientadas a las personas. Para ello será imprescindible transformar las infraestructuras y replantear la movilidad actual, poniendo el foco en la disminución de la congestión de coches y la contaminación.
Algunos de los mecanismos que ya se están llevando a cabo para ello son las medidas para desincentivar el uso del transporte privado, que no se puede entender sin hacer, al mismo tiempo, una mayor inversión en transporte público. Asimismo se aboga por priorizar los espacios destinados a peatones y medios de transporte sostenibles como la bicicleta, con mayor espacio para los carriles bici.
La estrategia actual: Zonas de Bajas Emisiones
En estos momentos las grandes capitales como París, Londres o Madrid están apostando por establecer Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), es decir, prohibiendo el paso de los vehículos más contaminantes al centro de las ciudades. Esto permite, por un lado, reducir los índices de contaminación en las urbes y, por otro, gestionar mejor el tráfico disminuyendo el número de coches que pueden circular.
Es una medida efectiva por ahora, pero los expertos vaticinan que, con el aumento de los vehículos eléctricos en el corto plazo existe el riesgo de que el entorno urbano pueda volver a congestionarse. En España se ha aprobado recientemente la Ley del Cambio Climático y Transición Energética, que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a instaurar Zonas de Bajas Emisiones para el año 2023 y también se plantean otras medidas como la aplicación de una tasa de acceso a las ciudades en función del tráfico.
Esta política de tarificación está respaldada por varias teorías económicas (la de William Vickrey, por ejemplo, premio Nobel de Economía) y ya se lleva a cabo en urbes como Londres, que en 3 años ha reducido un 50% el número de vehículos contaminantes en el centro urbano. Permite que los coches que tengan acceso a las Zonas de Bajas Emisiones (como los eléctricos e híbridos) asuman también un coste por el uso del vehículo privado, en favor de una recaudación que posteriormente se reinvierte en mejorar el transporte público.
Próximamente, la llegada de los fondos europeos de recuperación Next Generation a nuestro país facilitará llevar a cabo estas y otras medidas para adaptar las infraestructuras de las ciudades a la movilidad del futuro. Existe ya un proyecto de Gobierno para una movilidad sostenible, segura y conectada, al que se destinarán hasta 6.667 millones de euros procedentes de estos fondos. Entre los objetivos de este plan destaca, por ejemplo, la institución del tren como pilar fundamental para la descarbonización del transporte.
Participan multitud de empresas, entre ellas Abertis, como facilitador de soluciones para una movilidad sostenible. De hecho, la compañía ya tiene algunos proyectos en marcha, como el acuerdo de colaboración firmado entre Abertis Mobility Services (AMS) y Yunex Traffic, una empresa especializada en sistemas de tráfico inteligente, para facilitar la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones en España.
Estamos ante un cambio necesario de la forma en que nos movemos, especialmente en las ciudades, que concentran la mayor parte de los desplazamientos y con ello, de la contaminación. Con medidas como estas, previstas por la mayoría de los países, aspectos como el ruido, la accidentalidad o la calidad del aire, se espera que mejoren las condiciones de vida de las personas en los entornos urbanos, además de experimentar un impacto positivo sobre el medioambiente.