Renovables por España. Un impulso económico para Navarra

Los parques eólicos de Barásoain y Tirapu suman una potencia de 50MW, suficiente para proveer de electricidad a la mitad de la población de Pamplona durante un año.

¿Qué podrían tener en común la Sagrada Familia y un parque eólico? Puede que no haya nada que los una a simple vista, pero los molinos de viento del parque eólico de Tirapu, en Navarra, se levantaron con la misma técnica (dovelas de hormigón armado) que se ha utilizado en los últimos años en la construcción del aún inacabado templo de Barcelona.

Este parque y su vecino, el parque de Barásoain, pertenecientes a Naturgy, se sumaron en 2020 a los más de 50 parques eólicos que hay en Navarra, que ya es una de las provincias líderes en la producción de energía renovable. Además, el potencial de crecimiento del sector augura un buen futuro a esta industria, que ya emplea a más de 30.000 personas en España, según datos de la Asociación Empresarial Eólica.

“En Navarra llevan trabajando en este sector más de 30 años y genera muchos puestos de trabajo”, cuenta Jorge Celestino, supervisor del parque eólico Tirapu. En este parque, por ejemplo, “todas las partes que forman los aerogeneradores están hechas en Navarra. El aerogenerador se ensambló aquí en Barásoain, las palas vinieron de Lumbier y los segmentos de la torre se fabricaron en Castejón”, cuenta Celestino, enumerando algunos de los municipios de Navarra que se ven beneficiados por el trabajo que generan estos parques eólicos.

Las plantas de energías renovables son cada vez menos costosas y por tanto, más rentables. El factor económico es lo que principalmente valoran las empresas para continuar invirtiendo en este tipo de energía, pero la contribución social a las comunidades locales, en términos de empleo o de mejoras en las infraestructuras de zonas rurales, por ejemplo, ha adquirido mayor importancia en los últimos años. Para los parques de Tirapu y Barásoain, además, no han precisado realizar ningún expediente expropiatorio a particulares.

Por otro lado, gracias a los avances del sector los molinos son cada vez más eficientes y se necesitan menos aerogeneradores -con el consiguiente menor impacto medioambiental- para obtener la misma, o mayor, producción de energía. Los parques de Tirapu (4 molinos) y Barásoain (11 molinos) tienen una potencia de 49,5MW, el equivalente a lo que consumen anualmente 62.000 viviendas, aproximadamente la mitad de la población de Pamplona. Pero lo más destacable de los parques es que, por las características de sus molinos, “harían falta más de 60 molinos para dar la misma potencia que estos 15 molinos”, asegura Celestino.

Esto se debe al tamaño de estos molinos. Tienen alrededor de 132 metros, de manera que “el diámetro de rotor (la pieza que une las palas con el resto de la torre) de los aerogeneradores, que es bastante grande, es capaz de aprovechar mejor la energía del viento que otros molinos con un diámetro más pequeño”, explica el supervisor del parque. Gracias a esto, además, “con velocidades bajas de viento tenemos producciones más altas”.

Este emplazamiento, situado en el valle de Valdizarbe, tiene una velocidad media de viento de 7 m/s (los molinos empiezan a moverse a partir de los 3 m/s) y unas 3000 horas viento al año. Como ventaja adicional, “aquí el viento es muy direccional y predominante del norte, lo que significa que el aire es más denso, aumenta la energía cinética del viento y los aerogeneradores producen más energía”, resume Celestino.

Al contrario de lo que puede ocurrir en otras zonas de España, en este valle “en los meses de verano sopla más y el viento es muy constante”, añade el supervisor del parque. Esto explica que sea una localización bastante explotada desde hace tiempo para la construcción de parques eólicos.

Es más que obvio que las buenas condiciones del viento son un factor determinante en la ubicación de un parque eólico, pero los factores medioambientales y de biodiversidad son también cada vez más importantes a la hora de tomar esta decisión.

La zona en la que se encuentran los parques de Tirapu y Barásoain son lugares de paso de aves, por lo que en este parque han procurado su seguridad con recelo: “Hay una persona en el parque que está continuamente haciendo una vigilancia medioambiental. Tiene una app en el móvil que le avisa cuando se acercan ciertas especies que están protegidas. En ese momento para los molinos hasta que pase el ave”, explica el supervisor del parque.

La convivencia entre la naturaleza y el avance de las energías renovables no tiene por qué estar reñida en un país con “una de las zonas del mundo más favorecidas por los recursos naturales como el viento, el agua o el sol”, declara Celestino. Las plantas de más reciente inauguración, como estos dos parques, también contribuyen en muchos casos a la reactivación de zonas rurales, favoreciendo la creación de infraestructuras e industrias que ayuden al arraigo de la población local pues, como el supervisor de Tirapu, son las personas de la zona quienes finalmente se encargan de mantener y supervisar los parques.

Aunque en el primer semestre de 2021 más de la mitad de la electricidad que se generó en España fue de origen renovable, todavía queda mucho camino por recorrer para cumplir los retos de la transición energética y que el 100% de la energía producida y consumida en nuestro país sea de origen renovable. El futuro pasa indiscutiblemente por las energías renovables, y la energía eólica tiene un gran potencial para continuar creciendo.

El incremento de renovables de Naturgy

Naturgy está firmemente convencida que las renovables tendrán un papel muy relevante en la transición energética. La compañía, que se ha convertido en uno de los principales inversores en renovables de nuestro país, ha aumentado un 32% su capacidad instalada de energía renovable en los últimos tres años.

Además, en el marco de su nuevo Plan Estratégico, la compañía invertirá hasta 2025 más de 14.000 millones de euros en total, destinados principalmente al impulso de renovables. El crecimiento en renovables supondrá una inversión de 8.700 millones, un 60% de la prevista en el periodo.

Naturgy quiere triplicar así su capacidad renovable instalada para pasar de los actuales 4,6GW a los 14GW a nivel internacional en 2025. De este objetivo, el mayor crecimiento se daría en Europa (+5,2 GW), seguido de Australia (+2,2GW) y de otras geografías como Estados Unidos y Chile.