Artesolar Iluminación LED se ha desvinculado de Tomás Ayuso en relación a los supuestos contratos que podría haber conseguido de la Comunidad de Madrid por intermediación de este aprovechando que es hermano de la presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso. Hecho que, además, ha desembocado en una guerra interna en el PP
En un comunicado, la empresa asegura que Tomás Ayuso no ha pertenecido a la plantilla de la compañía y únicamente ha venido colaborando como asesor externo en el desarrollo de algunos proyectos”.
La compañía niega que haya desempeñado el cargo de project manager y explica que se ha puesto en contacto con el hermano de Ayuso para que rectificaran la información que aparece en su perfil de LinkedIn sobre este cargo. De hecho, el perfil ya no está activo en la red social para profesionales.
Asimismo, Artesolar publica que los contratos obtenidos con la administración regional desde 2015 han ascendido a 106.368 euros, sin la intervención de ningún comercial externo para conseguir dichas adjudicaciones.
En concreto, la compañía asegura que Tomás Díaz Ayuso percibió durante los meses del año 2019 la cantidad media de 2.650 euros mensuales en concepto de su actividad, incluido en ese importe sus gastos de representación y uso de vehículo.
Durante 2020, “Artesolar redujo este importe a la cantidad media mensual de 2.000 euros”, añaden. Y, a partir de 2021 de 1.000 euros mensuales hasta septiembre de este año, cuando la empresa reconoce que “concluyó la colaboración”.
Junto a este comunicado, la otra empresa vinculada, Arteconfort, detalla que en toda su trayectoria empresarial solo ha emitido dos facturas al conjunto de toda la Administración Pública: una al Hospital de La Paz y otra para el suministro de papeleras de basura de apertura electrónica por importe de 719 euros.
Sobre el contrato al Hospital de La Paz, la sociedad revela que se trató de una operación a pérdidas. Del millón de mascarillas que adquirió en China por "sus contactos permanetes con proveedores", la mitad fueron al hospital y se vendieron a un precio de 0,3 euros la unidad asumiendo unas pérdidas netas del 20% sobre el coste de la adquisición. Las otras 500.000 mascarillas se vendieron a precio de coste a sus clientes, según la empresa.