El granero de Europa está en guerra, pero el ingenio siempre aflora. Las empresas ucranianas dedicadas a la exportación de materias primas, fundamentalmente de pipas y aceite de girasol, están explorando otras vías para exportar las toneladas que aún restan de la campaña anterior.
La empresa sevillana Northstar Brokerage está colaborando con compañías de Ucrania para dar salida a esa mercancía almacenada por vías ferroviarias y también por carretera para poder comercializar sus materias primas en Europa después de que Rusia haya bloqueado las salidas marítimas del país.
Ucrania cuenta con más de 20 millones de toneladas de cereales y oleaginosas de la campaña anterior, tanto en la zona ocupada como en la que permanece libre de invasión. Estas materias primas se encuentran en silos, granjas y fincas.
Ya se han exportado 25 millones
La compañía sevillana está haciendo de intermediario para que las empresas ucranianas puedan tener "liquidez y clientes seguros en Europa". "Desde el inicio de la guerra hemos ayudado a exportar productos desde Ucrania por valor de 25 millones de dólares a una veintena de clientes europeos", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Pedro Villa, bróker de Northstar Brokerage. En euros, 23,3 millones.
La empresa sevillana les ayuda a alcanzar clientes en Europa por canales alternativos de los que Villa, por razones de seguridad, no puede ofrecer más detalles. "Es una cuestión humanitaria para que puedan conseguir el retorno del patrimonio", apunta, a la vez que lo resume así: "se trata de salir por otra puerta".
Las dificultades no solo están presentes a la hora de exportar, sino también a la hora trabajar y transformar esas materias. En el país invadido quedan unas cuatro toneladas de pipas de girasol de la cosecha pasada que no se han podido molturar, según ha explicado la consultora de mercados agroalimentarios de Aestivum, Mercedes Ruiz.
En estos momentos, el gobierno de Ucrania está ayudando a los agricultores, a los que facilita insumos para que puedan sembrar. En el caso del girasol, su siembra en estas circunstancias es relativamente más sencilla que la del maíz. Su temporada de siembra se puede prolongar hasta los meses de mayo/junio.
Sin embargo, los datos no son muy halagüeños por el momento: a mediados de abril se había sembrado solo un 7% de la superficie de girasol, según cifras de esta consultora de mercados agroalimentarios. La previsión es que se puedan sembrar unas 400.000 hectáreas, cuando la cosecha habitual de Ucrania es de más de 17 millones de toneladas de pipas.
Roman, un ucraniano dedicado al cultivo y exportación de girasol, trigo y maíz, explica a EL ESPAÑOL-Invertia que su empresa sí está cultivando al 100% porque su región no se está viendo afectada por la guerra de momento. A pesar del conflicto, son muchas las empresas ucranianas que han asistido de forma presencial a la Andalusian Commodity Exchange, un evento que ha congregado a más de 500 expertos en materias primas en Sevilla.
La mitad de la producción
Sin embargo, Roman sí reconoce que la producción general va a caer al menos a la mitad. Su compañía es una de las que está trabajando para dar salida a la cosecha a través de rutas por carretera o por ferrocarril: "hay que seguir trabajando".
La producción exacta de cereales y oleaginosas de Ucrania es difícil de calcular ante el escenario bélico actual. Antes de la invasión, este país era el cuarto productor mundial de trigo y uno de los principales exportadores de pipa y aceite de girasol y harina.
Rusia y Ucrania representaban el 20% del comercio exterior mundial de maíz, alrededor del 25% del de trigo y sobre el 30% del comercio exterior de cebada. "Uno de cada cinco granos de maíz, uno de cada tres granos de trigo y de cebada
que se exportan en el mundo salen de los países actualmente en guerra", ha detallado Alejandro Herráiz, operador financiero de ADM.
Europa ha tomado algunas medidas para compensar esta falta de materias primas. En concreto, ha flexibilizado las importaciones de países como Estados Unidos y Argentina y ha permitido que se cultive la superficie que hasta ahora tenía que quedar en barbecho obligatorio para que los agricultores cobrasen la Política Agraria Común (PAC).
Ante las buenas perspectivas de precios del mercado y algunas facilidades como un menor consumo de agua, se prevé que la cosecha de girasol en España este año sea ligeramente superior a lo habitual.
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