Uno de los sectores que más está sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia es el de las pequeñas empresas. El cese de actividad en algunos ámbitos, la reducción de las ventas y del empleo no auguran el mejor futuro para las pymes, o al menos es lo que corrobora el recién publicado estudio La realidad de pymes y autónomos, elaborado por la compañía de seguros de protección jurídica DAS Seguros.
La principal y más inesperada conclusión de esta encuesta es que el 47% de las pymes españolas no ven claro el futuro de su negocio. Esta cifra pone de manifiesto la gran incertidumbre que vive el segmento de las pequeñas y medianas empresas, que en España constituye el 99% del tejido empresarial y genera 6 de cada 10 puestos de trabajo. Debido a que los efectos de la pandemia son todavía recientes, más del 60% de los autónomos considera que la situación económica de su sector ha empeorado y un 37% opina que empeorará en el futuro, según advierte el informe llevado a cabo por DAS Seguros.
Si bien la situación económica es el aspecto que más preocupa a los pequeños empresarios, también es cierto que durante el día a día pueden surgir otras muchas inquietudes relacionadas con la gestión del negocio, trámites legales o los empleados.
Una de las que más intranquilidad ha suscitado en este último año, informa DAS Seguros, es el impago de las facturas, ya que el 60% de las empresas encuestadas aseguran haber tenido que reclamar el pago de algunos de sus recibos. El aumento de la morosidad y los problemas -tanto legales como económicos- que esto puede generar son un importante causante de estrés entre los autónomos.
Cabe destacar entonces las preocupaciones que surgen en las pymes ante un posible conflicto legal. Tres de cada cuatro compañías no tienen claro el coste de defenderse de un conflicto legal (con los empleados, por ejemplo) y el 60% de los pequeños negocios considera que los gastos de abogados son poco asumibles. Aunque una opinión generalizada en este segmento es que el desgaste emocional de tener un problema legal es a menudo mayor que las posibles pérdidas económicas.
Tal como pone de manifiesto este informe de DAS Seguros, existe un profundo desconocimiento por parte de las empresas sobre las consecuencias económicas y los gastos jurídicos que podrían derivar de tener un conflicto legal. Pero incluso con todas estas preocupaciones, el 70% de las pymes y autónomos desconocen la existencia de los seguros de protección jurídica. Y de los pocos que lo conocen, la mayoría no está al tanto de su funcionamiento.
Protección ante los riesgos jurídicos
La seguridad que aporta el saberse protegidos ante problemas eventuales a través de la contratación de una póliza de seguros, choca con el gran desconocimiento que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas tienen sobre algunos tipos de seguros, entre los que destacan los de protección jurídica.
Así, los seguros de protección jurídica enfocados específicamente para pymes y autónomos, como DAS Abogado de Negocio, representan una solución para cubrir servicios de defensa legal. Este servicio pone a disposición del cliente un equipo de abogados que pueda asesorarlo en todo momento, cuando necesite, por ejemplo, reclamar los intereses de su empresa ante terceros. La póliza incluye, además, otros gastos jurídicos, desde abogados, tasas judiciales, procuradores, gastos de peritaje a costas procesales.
Ante los datos presentados por DAS Seguros, los seguros de protección jurídica tienen una oportunidad de crecimiento única en este segmento empresarial. No sólo en España, pues según la información aportada en este estudio, tanto pymes como autónomos -que representan el 70% del empleo mundial- sienten cada vez más incertidumbre a nivel jurídico y están expuestas a mayores riesgos a causa de la globalización de sus actividades.
Las expectativas de las pymes y autónomos en España no parecen augurar un futuro demasiado optimista, ya que temen por su situación económica y los riesgos legales que ésta puede acarrear. Debido a esta situación, proteger sus activos de forma preventiva, de cara a los problemas que puedan surgir, puede ser la opción más segura.