La Unión Europea tiene la necesidad urgente de reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos, no sólo por alcanzar cuanto antes los objetivos de descarbonización, también por lograr una autonomía energética que liberaría al continente de los vaivenes del mercado internacional y de la amenaza que suponen las políticas de Vladimir Putin. Una necesidad de independencia energética que significa para España una oportunidad única de liderar la producción de energías limpias en Europa, en un momento en el que, según apunta Bruselas, la eólica y la solar deben desempeñar un papel más relevante en este proceso de transición energética. Y, no menos importante, sería también un paso importante para alcanzar nuestra propia independencia energética, tan necesaria para poder controlar la factura de la luz.
Hoy por hoy, España está viviendo un boom de las energías renovables que apunta hacia 2030 con un objetivo ambicioso: que el 42% del consumo de energía final del país y el 74% de toda la generación eléctrica sean de origen renovable. Lo que implica poner en funcionamiento 60.000 MW de energías limpias a lo largo de una década. La pregunta clave es: ¿Son las renovables la solución para conseguir nuestra independencia energética y poder controlar así la factura eléctrica? Y teniendo en cuenta la situación actual: ¿son la única alternativa para dejar de importar combustibles fósiles y, de paso, cortar definitivamente lazos con Rusia? Los expertos de Rolwind, empresa española pionera en el desarrollo de energías renovables, que lleva desde hace 16 años en este mercado y lo conoce muy bien, nos proporcionan algunas respuestas.
La factura de la luz y la dependencia energética
Lo cierto es que el precio de la luz es desde hace meses protagonista inamovible en la lista de preocupaciones urgentes de los españoles. Y, lo peor, ni el gobierno ni las grandes compañías eléctricas parecen ser capaces de resolver el gran problema: la dependencia energética (compramos a otros países el 74% de la energía que consumimos). Pero ¿realmente tiene solución? Las voces de los expertos, en España y en Europa, claman cada vez con más fuerza y convencimiento que, en este contexto, la única salvación posible para nuestra factura y nuestra economía está en la apuesta por las energías renovables, en la autoproducción e incluso en la exportación.
Una de esas voces expertas es la de Rolwind. Para la empresa española afincada en Córdoba las energías limpias son las salvadoras de la terrible situación actual no sólo por los proyectos que se desarrollan de autoconsumo y de off-grid (desconectados de la red general), tanto de viviendas aisladas como de complejos mayores, sino sobre todo porque España –y especialmente Andalucía- es el sol de Europa y lo tenemos todo para darle la vuelta a la tortilla: tecnología, personal cualificado, empresas, terreno, seguridad administrativa. Debemos dejar de importar la mayoría de la energía que necesitamos, producir energías verdes en grandes cantidades y ser incluso nosotros quienes empecemos a exportarla a otros países. Una oportunidad de oro que no podemos desaprovechar.
La buena noticia: las renovables siguen batiendo récords en 2021
Según datos de Red Eléctrica Española en su Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2021, las energías renovables también aportan cifras de máximos históricos: el 46,7% de la generación energética en España el pasado año fue de origen renovable. También récord en energía eólica, 23,3%, que lidera el mix de producción nacional. Por su parte, la solar fotovoltaica lidera el incremento de producción con un crecimiento del 36,7%. Mientras, el carbón registró en el 2021 la menor producción histórica y la participación más baja en la estructura de generación nacional (1,9 % sobre el total).
A la vista de estos datos, está claro que las renovables tienen un papel cada vez más destacado como fuente de energía limpia para los consumidores y también como barrera de contención frente a la situación geopolítica internacional y la volatilidad de los mercados de materias primas fósiles.
Una apuesta por la energía limpia que aporta otros muchos beneficios, además de la autonomía energética, como apuntan los expertos de Rolwind: para empezar, dinamiza la economía del país y facilita la implantación de un plan de energético independiente y, por tanto, controlable; también ayuda a democratizar el acceso a la energía: facturas más baratas, posibilidad de autoconsumo; más conciencia ecológica, consumo más racional y mayor eficiencia energética; y además permite al consumidor particular ahorrar energía, almacenarla, venderla o intercambiarla. Y otro importante beneficio: los proyectos de generación de energía impulsan el empleo local allá donde se desarrollen; y, en el caso concreto del medio rural, su implementación supone además unos ingresos seguros y continuados –y tan necesarios–, especialmente para los pequeños propietarios agrícolas; es incluso una nueva fuente de repoblación para la España deshabitada, ya que fija población tanto por empleos directos en la construcción y el mantenimiento, como por ingresos de los ayuntamientos en impuestos anuales. Un campo en el que Rolwind tiene amplia experiencia directa, sobre el terreno.
España puede pasar de la dependencia energética a liderar el mercado renovable
Para la mayoría de expertos, entre ellos Rolwind, la única solución real frente al descontrol de la factura eléctrica y la dependencia de otros países es apostar seriamente por el autoabastecimiento energético sostenible que asegure el suministro e incluso permita escalar su comercialización, exportar energía a otros países. Una reforma integral que acelere de manera ordenada y regulada la transición energética, estimulando en primer lugar el incremento de la capacidad instalada de las energías renovables pero también impulsando el hidrógeno verde, promoviendo el autoconsumo, las comunidades energéticas y ciudadanas, la movilidad verde… y, fundamental, potenciando la investigación y desarrollo de sistemas de almacenamiento.
Vamos por buen camino. A finales de 2021 España contaba con 63.896 MW verdes instalados (4.000 MW nuevos respecto a 2020), el octavo país con mayor capacidad renovable a nivel mundial. Un activo extra para los inversores, que consideran España uno de los diez países más atractivos en los que invertir en energía verde (según ranking elaborado por EY). Tenemos una media de 2.500 horas de sol al año y potentes recursos eólicos por toda nuestra geografía, de Galicia al Estrecho de Gibraltar; tenemos la industria y la tecnología, empresas especializadas y competitivas; una seguridad administrativa de la que carecen otros países del Mediterráneo; y tenemos también la necesidad urgente de independizarnos. Ser dueños de nuestra estrategia energética. Y eso solo es posible, como bien nos recuerda Rolwind, acelerando la transición hacia un modelo basado en las energías renovables, limpias, baratas e independientes.
Rolwind, a por los objetivos 2030
Esta apuesta firme, continuada -y con la imprescindible ayuda de los fondos europeos- es la única alternativa para convertirnos en una España verde y autónoma, que priorice las energías limpias de cara a los objetivos 2030 y aproveche la gran oportunidad que nos ofrecen para liderar el mercado de las renovables en Europa. El reto es pasar de importar la mayor parte de la energía que consumimos a poder venderla a terceros. La clave está en que las Administraciones Públicas, la sociedad civil y las empresas se comprometan con este futuro verde y empujen en la misma dirección.
Empresas altamente comprometidas como Rolwind, que contribuye desde hace 16 años a impulsar el papel de España en la carrera de las energías limpias, el desarrollo sostenible y el consumo responsable. Una apuesta por un mix energético renovable global que abarca energía eólica, fotovoltaica, hidrógeno verde, storage y puntos de recarga para vehículos alternativos. Los cinco ases imprescindibles para llegar a ese futuro verde e independiente que tenemos al alcance de la mano.