Koker, la firma de moda de celebrities, espera abrir ocho nuevas tiendas en el segundo semestre de este 2022 y alcanzar casi el centenar de establecimientos. Pero, por el momento, su aterrizaje en la capital andaluza se ha frustrado: le han paralizado la licencia y podría ser sancionada con 120.000 euros por dañar el patrimonio.
Terelu Campos, Belén Esteban o Anne Igartiburu son algunas de las famosas que han presumido públicamente de vestir prendas de esta marca toledana. La firma ya ha levantado la persiana de 89 tiendas tanto propias como franquiciadas en ocho países.
Su llegada a Sevilla parece que se demorará algo más. El Ayuntamiento le ha pedido que devuelva a su estado los elementos patrimoniales que ha alterado en la fachada de un céntrico establecimiento que la marca ha alquilado.
Según el consistorio sevillano, las alteraciones "no se correspondían con el contenido de la declaración responsable presentada, que se limitaba a actuaciones menores exclusivamente en el interior del establecimiento para adecuarlo a su uso comercial".
La empresa esperaba levantar la persiana a finales de agosto y ahora sopesa si seguir adelante o no con la apertura. "La fachada no era muy comercial, debe ser el motivo por el que cerró el comercio anterior", aseguran desde Koke a EL ESPAÑOL-Invertia.
De hecho, la compañía defiende que consultó a la propiedad si se podía pintar la fachada: "Hemos contado con una asesoría local y nos dijeron que el blanco era el único color del que se podía pintar".
El revuelo sevillano se armó tras la denuncia de un pintor en Twitter. "Adiós a los mármoles policromos y los remates de bronce de la antigua Casa Ruiz. Otra agresión al patrimonio de la ciudad", se quejaba hace unos días Ricardo Suárez.
Burla al patrimonio
Tras viralizarse la queja, la propia fundadora de la marca, Priscilla Ramírez, se ha burlado en su cuenta de Instagram de esta polémica. "Gracias Sevilla porque sin abrir ya estamos notando vuestras ganas", publicó Ramírez, para luego acompañar un pantallazo de la polémica de su fachada con un icono de risa.
Por el momento, el Ayuntamiento ha ordenado que se restituyan los elementos patrimoniales protegidos que han sido alterados y ha avisado de que se enfrentará a medidas "disciplinarias" y que, en caso de no devolver los elementos a su estado original, podría contar con multas de hasta 120.000 euros
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La fachada ha sido pintada de color claro y los rótulos publicitaros originales, que estaban protegidos, han sido eliminados, según constataron los policías locales que han inspeccionado el establecimiento. No han podido acceder al local por encontrarse cerrado en el momento de la inspección.
Más allá de este polémico aterrizaje, el grupo de Koker -que también incluye a Moolberry- espera incrementar su facturación un 28% en este 2022 y cerrar el año con casi 10 millones de euros.
Los ocho países que cuentan con sus locales son Francia, México, Panamá, Costa Rica, Rumanía, Portugal, Costa Rica y Bélgica. Recientemente, ha anunciado que desembarcará en Chile y Egipto.