La marca de cristalería francesa Duralex cierra temporalmente su última fábrica ante el "inviable" coste de la factura energética. El próximo 1 de noviembre, la compañía enviará a sus 250 trabajadores al paro, según ha confirmado el director de la fábrica, José Luis Llacuna, a TV3.
Duralex, la encargada de fabricar la icónica vajilla de color anaranjado, verde, azul o transparente, ha anunciado que el 1 de noviembre va a parar la única planta de producción de Orleans, en Francia. El paro durará cinco meses, hasta abril del próximo año.
"En condiciones normales, los precios de la energía en la fabricación de vidrio pueden representar entre un 5 y un 7%. En estos momentos representa el 46% de la facturación y esto hace que sea absolutamente inviable", ha subrayado José Luis Llacuna.
Durante el tiempo que dejen de producir, los trabajadores estarán en paro y cobrarán el 95% del sueldo, precisamente por las medidas que aplica el gobierno francés. Los empleados no cuestionan la decisión de la patronal.
De hecho, la responsable del vidrio, Clarisse Hardy ha explicado que "la marca Duralex es parte del patrimonio. Estamos tan vinculados a la marca que no dejaremos caer la fábrica. Sobreviviremos a esta crisis. Estaremos unidos unos a otros y estaremos aquí cuando volvamos a producir."
Cabe subrayar que durante todavía se fabrican algunos de los célebres vasos y platos de vidrio que están presentes en tantas casas. Serán los últimos de un stock con el que la empresa espera seguir haciendo negocio en los próximos seis meses.
Por su parte, el Gobierno de Macron ya ha previsto ayudas millonarias para las grandes compañías frente a la volatilidad de los precios del gas y la energía.