"Como muchos niños, yo jugaba de pequeño con los Lego y Playmobil a hacer hermandades en casa". Ese recuerdo es algo habitual en muchos hogares andaluces. Los pequeños de la casa tirando de imaginación para montar pasos con lo que encontraran. ¿Por qué adaptar juguetes pudiendo crear un producto específico? El mercado de nicho de los cofrades da para mucho. José Carlos González, un sevillano de 25 años, ha sabido leer el mercado y darle lo que necesitaba.
Priostic es una startup sevillana que vende online piezas impresas en 3D para que cualquier persona juegue a ser cofrade: imágenes de Cristos y Vírgenes, altares de cultos, fachadas de iglesias o pasos completos. González relata, en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia, que "esta es una idea que siempre he tenido en mente". Este sevillano recuerda que en su infancia montaba sus propias cofradías, pero "tenía que adaptar los juguetes que había a lo cofrade. Es un proyecto de maquetas de construcción que trata de dar forma a la creatividad de muchos chavales".
¿En qué consiste Priostic? Se trata un juego de construcción, como los citados anteriormente, pero con una temática muy marcada: la cofrade. Las piezas están fabricadas en plástico y tienen como finalidad poder diseñar una hermandad de principio a fin. En apenas dos años desde su nacimiento ya ha impreso más de 10.500 piezas.
Mientras cursaba sus estudios de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Sevilla, González mantuvo siempre este proyecto latente: "Lo tenía escrito para que si algún día se daba el ánimo y las circunstancias pudiera dar el paso". Y así fue. La pandemia de la Covid-19 le permitió poner en marcha la primera fase, la de "experimentar".
Entre octubre de 2020 y 2021 estuvo "centrado en el producto, sin visibilidad". González vio que tenía tiempo y ahorros para dar el paso. Se metió en el "fregao" de formarse en dos áreas desconocidas para él: el diseño y la impresión 3D. Con una impresora en casa, comenzó a probar y lanzar ideas: "Todo a puerta cerrada para ver la viabilidad real que tenía el proyecto".
Durante ese año comenzó a ver la luz. Empezó a desarrollar la marca y se pone como objetivo lanzarlo en el último trimestre de 2021: "Por entonces tanteé el terreno y me di cuenta de que el producto funcionaba, que tenía mucho potencial. Sobre todo en las campañas de Black Friday y Navidad".
La casa se le quedó pequeña: "Cuando quise crecer, porque necesitaba más espacio, mis padres me cedieron un piso. En enero de 2022 mi principal labor fue trasladar todos los medios de producción de una casa a otra". González pasó de una impresora en casa a sumar ocho; hoy en día ya tiene dieciséis dispositivos imprimiendo en 3D todas las piezas de Priostic.
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Hoy tiene un catálogo con siete pasos, doce figuras, cinco modelos de nazarenos, dos elementos de culto y cuatro modelos de faldones para pasos. Por ejemplo, por 90 euros un aficionado puede comprar uno de esos pasos en los que se incluyen todas las piezas para montarlo, además de siete figuras, un juego de flores y candelabros intercambiables, piezas extras para personalizar y una orla de creación de la hermandad. Las medidas son de 20 x 8 x 18 cms y el peso es de 300 gramos.
Si, por el contrario, uno sólo quiere contar de inicio con una imagen de un Cristo (con la cruz a cuestas o crucificado) puede hacerlo sólo por 12 euros. Además, las opciones de pago incluyen PayPal, Bizum o tarjeta.
Los datos que maneja son muy positivos, tanto que ya está planteándose duplicar la fuerza de trabajo. Actualmente se encarga él solo de todo el proceso: diseño, impresión, fabricación, empaquetado, envío... Quiere incorporar a otra persona que se involucre en el proceso.
El nombre de Priostic procede de una derivación de la palabra prioste, que es la persona que se encarga del ajuar y los pormenores del día a día del culto a las imágenes de las hermandades.